Las imágenes causaron una gran controversia en el gigante asiático, y no pararon de ser reproducidas en la red social más popular allí, Weibo, dando paso a todo tipo de cuestionamientos, desde lo "pervertido” que era el jefe, hasta lo "tontas” que eran las empleadas por permitir semejante hecho.
Por otro lado, en algunos medios chinos incluso aparecieron excusas del "jefe besador”, el que no fue identificado.
De hecho, en Shanghaiist.com -y citando a Sohu.com-, aseguraron que el sujeto defendía su ritual matutino, diciendo que lo había copiado después de conocer in situ empresas estadounidenses y que la cercanía con las trabajadoras había mejorado a tal nivel, que en horario extra laboral le enviaban mensajes a WeChat –el Whatsapp chino-, diciéndole que lo echaban de menos.
Asimismo, se informó que la oficina pertenecía al distrito de Tongzhou, en Beijing, y que incluso el People’s Daily, el periódico oficial del Partido Comunista chino, habló de esto en Twitter.
Tal como publicó The New York Times, varias empleadas de "la única empresa (en Tongzhou) que coincide con la descripción” dada en redes y medios, señalaron no solo que no se trata de su lugar de trabajo, sino que el video ni siquiera muestra a un hombre besando a otras mujeres, sino que entre todos están aparentemente, jugando a pasarse un objeto con la boca.
El medio estadounidense también siguió el rastro de las imágenes. Estas aparecieron por primera vez en agosto, bajo el título "Escena de construcción de equipos de una empresa: Trabajadoras alineándose con el jefe”, y al día siguiente, ya se comentaba que las empleadas estaban en fila para, en realidad, besar en la boca al mandamás.
Fuente: Emol.com