Un influencer fue detenido en Mar del Plata y quedó en el centro de una investigación que sacude a la ciudad. Se trata de un joven de 26 años, conocido en redes sociales por exhibir viajes en aviones privados, camionetas de alta gama y un estilo de vida ostentoso. Sin embargo, tras varios meses de pesquisa, la policía determinó que detrás de esa fachada había una presunta red de comercialización de drogas.
La detención se produjo este miércoles en inmediaciones del shopping Los Gallegos, luego de un operativo encabezado por la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas Mar del Plata, bajo la coordinación de la fiscal Daniela Ledesma.
En el procedimiento se secuestraron un kilo de cocaína de máxima pureza, más de $1.300.000 en efectivo, una camioneta Volkswagen Amarok, balanzas digitales, celulares y documentación vinculada al negocio ilegal.
Un operativo que destapó la pantalla comercial
La investigación comenzó en julio y se enfocó en dos puntos estratégicos de la ciudad:
- Una vivienda en la calle Lebenshon 6900, barrio El Martillo.
- Una panadería llamada POP, ubicada en Génova y Brumana, barrio Pueyrredón.
Según los investigadores, este comercio funcionaba como pantalla para blanquear dinero proveniente de la droga. La pista fue clave para vincular al joven con la logística de distribución.
En paralelo, las tareas de campo revelaron que el sospechoso utilizaba Whatsapp y Telegram para coordinar entregas bajo la modalidad “delivery”, pactando encuentros con clientes en diferentes puntos de Mar del Plata.
El perfil del joven en redes sociales
El detenido, apodado “El Musulmán”, se presentaba en Instagram y YouTube como coach y experto en trading. Sus perfiles estaban cargados de imágenes de lujo: viajes en avión privado a Medio Oriente, consumo de marcas exclusivas y un relato de éxito financiero que atrajo miles de seguidores.
Sin embargo, las incongruencias entre sus ingresos declarados y sus actividades comerciales reales despertaron sospechas. Fue así como pasó de inspirar con supuestas lecciones de vida a quedar en el radar de las fuerzas de seguridad.
Seguimientos, clientes y pruebas directas
La investigación incluyó seguimientos encubiertos que permitieron documentar la rutina del influencer. En uno de los procedimientos, la policía interceptó a un supuesto cliente en el centro de Mar del Plata, encontrando cocaína en su poder.
Ese hallazgo se sumó a la evidencia acumulada y terminó de cerrar el cerco sobre el acusado.
Durante la detención, ocurrida cuando se desplazaba en su Amarok, los efectivos encontraron envoltorios de cocaína y una balanza de precisión en un morral. Más tarde, un allanamiento en su domicilio permitió el secuestro de un “ladrillo” de cocaína sin fraccionar con el logo de un delfín.
Según fuentes judiciales, este detalle coincide con la marca utilizada por organizaciones criminales peruanas para garantizar la pureza de la droga y certificar su origen.
La caída de un personaje que construyó fama en la ostentación
El contraste entre la vida pública del joven y las acusaciones que hoy enfrenta genera impacto. Pasó de posar en redes sociales a enfrentar cargos por narcotráfico. Ahora, quedó a disposición de la Justicia, mientras se profundiza la investigación para determinar la magnitud de la red en la que estaría involucrado.
El caso refleja una tendencia cada vez más visible: figuras que construyen popularidad digital a partir de lujos y excesos, pero que esconden detrás mecanismos ilegales de financiación.
En las próximas horas, el juez de Garantías N°2 decidirá sobre la situación procesal del detenido, mientras la fiscalía avanza en nuevas medidas para seguir desentrañando la trama.