Si estás buscando una receta práctica, deliciosa y que nunca falla, la rosca de jamón y queso casera es una excelente opción. Con una preparación simple y una lista corta de ingredientes, este plato es ideal tanto para una comida rápida como para una picada con amigos o una merienda especial.
Lo mejor de esta receta es que no necesitás ser un experto en la cocina. Es súper versátil: podés usar masa de hojaldre para una versión más crocante, o una masa tipo pan casero si preferís una textura más esponjosa. Además, se adapta a lo que tengas en la heladera, lo que la convierte en un verdadero comodín.
Ingredientes para una rosca de jamón y queso casera
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1 masa rectangular de hojaldre (o masa casera tipo pan, si preferís hacerla vos)
200 g de jamón cocido en fetas
200 g de queso (mozzarella, gouda, fontina o el que tengas)
1 huevo batido (para pincelar)
Opcional: semillas de sésamo, orégano seco o queso rallado para espolvorear
Paso a paso: cómo preparar la rosca de jamón y queso
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Estirá la masa sobre una superficie enharinada y dale forma de rectángulo.
Distribuí las fetas de jamón dejando un borde libre de unos 2 cm en uno de los lados largos.
Colocá el queso encima, procurando que quede bien repartido.
Enrollá la masa desde el lado opuesto al borde libre, formando un cilindro.
Uní los extremos del rollo para formar una rosca. Sellá con un poco de agua o clara de huevo.
Colocá la rosca en una fuente para horno enmantecada o con papel manteca.
Pincelá con huevo batido para que se dore bien.
Si querés, espolvoreá con sésamo, orégano o queso rallado para un toque extra de sabor.
Horneá a 180°C durante 25 a 30 minutos, hasta que esté dorada y crocante.
Dejála enfriar unos minutos antes de cortar para que mantenga su forma.
Tips para personalizar tu rosca
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Cambiá el queso por uno más fuerte como provolone si querés un sabor más intenso.
Agregá aceitunas, tomates secos o hierbas frescas al relleno para darle un giro gourmet.
Si te sobra, podés recalentarla y queda igual de rica.