Alberto Fernández tuvo que salir a ponerle paños fríos al debate que generó, puertas adentro del oficialismo, y críticas por afuera, su anuncio de que iría por la reelección.
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SUSCRIBITEAlberto Fernández tuvo que salir a ponerle paños fríos al debate que generó, puertas adentro del oficialismo, y críticas por afuera, su anuncio de que iría por la reelección.
Subido a ese tren, el ministro de Seguridad Aníbal Fernández apareció en varios medios apoyando la idea y aclarando que “Alberto es la mejor figura” que el Frente de Todos tendría para ofrecerle a la población en 2023, y que si Cristina Kirchner aspirara a ser candidata “tendría que competir” en unas PASO.
Estas palabras del verborrágico funcionario no hicieron más que calentar el clima interno de la alianza oficialista, por lo que el Presidente, desde Europa, debió salir a aclarar: "No tengo que pelear con Cristina, ni me quiero pelear con Cristina, me tengo que pelear con Macri y con la derecha. Esos son los causantes de la decadencia argentina", disparó.
Cada vez que pudo, Alberto gambeteó la pregunta sobre la reelección, sin nombrarla. "Mi cabeza está puesta en resolver los problemas de los argentinos, en acotar los daños que el conflicto internacional genera en Argentina, mi cabeza está en ayudar a salir de la pobreza a los que están en esa situación, en generar trabajo, en eso está mi cabeza", insistió.
Finalmente, no tuvo más remedio que decir la palabra, ante la insistencia de los periodistas: “La verdad es que yo no estoy discutiendo con Cristina, no estoy discutiendo ninguna interna y la verdad es que no estoy pensando en mi reelección".
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