Los dos policías acusados de disparar y matar a Valentino Blas Correas al tirar contra el auto en el que se trasladaba con amigos por la capital cordobesa en agosto de 2020, fueron condenados esta tarde tras un juicio por jurados a prisión perpetua por el delito de “homicidio calificado”. Por unanimidad, la pena recayó sobre los cabos primero Lucas Gómez -quien disparó la bala mortal y que recibió también la inhabilitación absoluta- y Javier Alarcón, a quienes también le atribuyeron la tentativa de homicidio calificado contra los cuatro amigos que iban junto a al adolescente de 17 años asesinado.
El hecho ocurrió la madrugada del 6 de agosto del 2020, cuando Juan Cruz Camerano Echevarría (21) conducía un Fiat Argo -junto a otros cuatro adolescentes, hoy ya todos mayores de edad-. Allí, además de Valentino Blas, estaban Camila Toci, Mateo Natali y Cristóbal Bocco. Con el auto pasaron por la zona de avenida Vélez Sarsfield y Romagosa, del barrio Colinas en el sur capitalino, en donde se había montado un control policial de prevención en donde los efectivos hicieron señas al conductor para que aminore la velocidad, pero al acercarse al puesto de seguridad decidió acelerar y continuó la marcha. Ante esa reacción, los policías dispararon y, luego, llevaron a cabo tareas encubrimiento para ocultar lo que habían hecho.
La sentencia fue recibida por familiares, amigas, amigos y, también, estuvieron Sonia Torres, la única abuela de Plaza de Mayo que queda viva en Córdoba; y el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla.