Con una entrega a cuentagotas de videos, chats y otros datos relevantes para la causa, la abogada de Fabiola Yañez, Mariana Gallego, diseña la estrategia de cara al descargo formal que, en el marco de una indagatoria, deberá realizar Alberto Fernández. En la causa por presunta violencia de género, el expresidente tiene nueve hechos puntuales atribuidos que sustentan la acusación penal. Ahora, pidió que citen a un testigo que, asegura, la vio golpeada en más de una ocasión.
Los correlatos de los episodios se construyeron a partir del relato de Yañez, quien continúa aportando pruebas al caso. En su vínculo de noviazgo con Alberto Fernández, Fabiola Yáñez “sufrió una relación atravesada por hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas en un contexto de violencia de género e intrafamiliar -según las etapas temporales de ese vínculo afectivo-”, determinó el fiscal Ramiro González al momento de acusar al ex jefe de Estado.
Sobre esas circunstancias consignadas, expresó que más allá de las calificaciones penales que darán curso a la investigación, los hechos que originan la causa “surgen de un relato que revela un contexto de violencia de género asentado sobre una relación asimétrica y desigual de poder que se ha desarrollado a lo largo del tiempo”.
La violencia expresada y denunciada penalmente por la ex primera dama “se vio acrecentada exponencialmente por la elección de Fernández como Presidente de la Nación y el ejercicio del cargo”, detalló el fiscal González. Bajo esa estructura de “asimetría, el Señor Alberto Fernández habría -como hipótesis delictiva- realizado distintos comportamientos penalmente relevantes”.
Por eso es que la violencia que la fiscalía considera que sufrió Fabiola Yañez, a lo largo de ocho años en diversas modalidades y circunstancias, califica para un delito mayor que las lesiones leves. Detalló nueve hechos atribuidos a Alberto Fernández y ubicó el primero de todos en el año 2016, específicamente, cuando la pareja convivía en un departamento de Puerto Madero propiedad de Enrique Albistur.
El dictamen detalla que en ese momento "Alberto Fernández obligó a Fabiola Yáñez a realizar un aborto, a través de un plan que constituyó destrato, negación de la palabra, hostigamiento y frases como ´hay que resolverlo, tenés que abortar' ”.
Para dar sustento a esa estructura que constituye los hechos que le valieron al expresidente una imputación por lesiones leves y graves, agravado doblemente por el vínculo, más la acusación por abuso de poder y de autoridad y amenazas coactivas, es que Fabiola Yáñez sugirió dos testigos puntuales, por el momento. Serían de su círculo íntimo.
“En estos casos de violencia intrafamiliar, las personas que integran el entorno inmediato de la víctima son determinantes”, explicó a Clarín una fuente de la investigación.
Bajo ese criterio, pero buscando dar sustentabilidad a los hechos denunciados, la querella sugirió a través de un escrito que se cite a un testigo cuya identidad sólo fue revelada ante el fiscal Ramiro González. “Vio a Fabiola golpeada”, aseguraron fuentes allegadas al expediente y reiteraron, “todo surge de los dichos de la víctima”. Es lo que ahora, en pleno proceso de investigación, la fiscalía busca corroborar.
¿Qué vieron? ¿Qué escucharon? ¿Qué les contó Fabiola Yañez? Son algunas de las preguntas que la querella espera que se les formule en el marco de la declaración testimonial a los testigos. En este caso, el testigo es alguien con un vínculo de cercanía con la ex primera dama, de confianza y que la habría visto -en más de una ocasión- con explícitos signos de violencia física. Es lo que la ex primera dama, espera que declare ante la fiscalía.
La defensa le pidió al fiscal Ramiro González que, respecto al nuevo video, llame como testigo a la madre de Fabiola Yáñez. Más allá del listado de las amistades más relevantes de la ex primera dama, las palabras de su madre serán determinantes.
“Tuvo conocimiento de muchos de los sucesos denunciados e incluso habló con Alberto Fernández en más de una ocasión”, le comentaron a Clarín fuentes de la investigación.
La progenitora de Yañez se mudó prácticamente a vivir con ella, a la quinta de Olivos después del escándalo suscitado por la foto que reveló el festejo en la residencia presidencial. La ex primera dama denunció ante la justicia que fue ese momento en el que la violencia se profundizó puertas adentro de la residencia oficial.
Fuente: Clarín
