En medio de un clima de tensión interna dentro del peronismo bonaerense, el último domingo se llevó a cabo una reunión decisiva entre tres de los principales referentes del espacio político: el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el líder del Frente Renovador y excandidato a presidente, Sergio Massa; y el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. El encuentro, realizado en La Plata, buscó avanzar en la negociación sobre el proceso electoral de medio término, que está siendo objeto de fuertes debates dentro de la coalición oficialista.
El principal tema de discusión fue el futuro de las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) y el posible desdoblamiento electoral, una medida que Kicillof quiere implementar en la provincia. Según fuentes cercanas a la reunión, el encuentro comenzó en buenos términos, aunque aún no se alcanzaron conclusiones definitivas. Las partes acordaron continuar con las conversaciones a lo largo de esta semana, lo que refleja la complejidad del panorama.
El gobernador Kicillof está decidido a suspender las PASO antes de definir el cronograma electoral, pero se enfrenta a la resistencia de sectores internos, especialmente desde el camporismo, que lidera Máximo Kirchner. Desde La Cámpora, insisten en que primero debe presentarse el calendario electoral completo antes de avanzar con la suspensión de las primarias. Este desacuerdo ha generado una parálisis en las negociaciones, y se teme que la sesión programada para el jueves en la Legislatura bonaerense, donde se iba a discutir el proyecto de suspensión de las PASO, no llegue a buen puerto.
Por otro lado, Sergio Massa, quien ha mantuvo un perfil independiente dentro del frente oficialista, juega un papel clave en la mediación entre las distintas vertientes del peronismo. En las últimas semanas, Massa ha intentado equilibrar las tensiones entre Kicillof y Kirchner, buscando llegar a una solución consensuada que permita evitar una ruptura en la coalición. Sin embargo, el ministro de Economía también enfrenta presiones de su propio espacio, que busca una resolución rápida sobre el calendario electoral.
El desafío del gobernador Kicillof es lograr ordenar a su propio espacio político, especialmente a los intendentes que no están de acuerdo con la eliminación de las PASO. Según un dirigente camporista, "una vez que Kicillof logre ordenar su propio espacio, será más fácil alcanzar una sintonía dentro de la coalición". Sin embargo, la resistencia de algunos sectores podría complicar aún más el panorama.
Mientras tanto, la falta de consenso sobre el desdoblamiento electoral también pone en riesgo la unidad del peronismo en la provincia. Los sectores que apoyan a Cristina Kirchner, como La Cámpora, se oponen a la medida, argumentando que generaría más divisiones dentro del espacio político. La presión sobre Kicillof es creciente, ya que si no logra un acuerdo con sus aliados, podría enfrentarse a una fragmentación del frente oficialista.
La reunión del domingo, aunque sin definiciones claras, marcó un primer paso hacia una posible solución a la crisis interna del peronismo bonaerense. Los próximos días serán cruciales para determinar si el gobernador, Massa y Kirchner logran llegar a un acuerdo que permita avanzar en el proceso electoral sin que se rompa la unidad del espacio político. El futuro del peronismo bonaerense depende de la capacidad de estos tres dirigentes para negociar y encontrar puntos de coincidencia en un contexto cada vez más polarizado.