Un momento de sumo nerviosismo vivieron los pasajeros de un colectivo de la línea 11 en el barrio Nueva Córdoba. Un hombre se puso furioso con el chofer porque no le aceptaba el pago del boleto en efectivo y rompió todo lo que encontró a su paso. Tras el ataque de furia, se entregó a la Policía. De milagro no hubo heridos.
El episodio tuvo lugar en una unidad de la línea 11 de Coniferal, en la parada ubicada sobre el boulevard Illia al 600. Allí, un hombre de 40 años subió al colectivo y pretendió pagar su boleto con dinero en mano. Pero el chofer se lo negó: los colectiveros no reciben billetes en efectivo. Sólo pago electrónico.
La negativa del chofer derivó en un ataque de furia impensado por parte del pasajero, que tras una breve discusión, tomó el martillo de emergencias que estaba en el ómnibus y atacó directamente a los vidrios de la unidad. Le pegó y rompió todas las ventanillas del lado del conductor. También la puerta del micro.
La violenta reacción hizo que el chofer de la unidad activada el botón antipánico y a los pocos segundos, patrullas de la policía cordobesa rodearon la zona.
Tras el ataque de furia, el agresor se arrojó del colectivo por una de las ventanillas rotas y se entregó directamente a las fuerzas policiales. Quedó detenido.
Claudio Jiménez, el comisario que llegó al lugar confirmó al canal ElDoce TV que el agresor terminó herido en una de sus manos, pero que ni los pasajeros ni el chofer tuvieron algún tipo de herida. El que se llevó el peor de los resultados fue el colectivo que terminó con varios vidrios de la unidad hecho trizas.
FUENTE: Clarín