Alejandra “Locomotora” Oliveras atraviesa uno de los momentos más críticos de su vida. A seis días de haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico, continúa internada en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital José María Cullen de Santa Fe, en estado delicado y con pronóstico reservado.
El último parte médico difundido este sábado confirmó que la ex campeona mundial de boxeo sigue en coma inducido, con asistencia mecánica respiratoria y bajo monitoreo neurológico permanente. Los profesionales del hospital indicaron que su evolución continúa siendo seguida minuto a minuto, sin novedades significativas desde la intervención quirúrgica a la que fue sometida el martes por la noche.
Oliveras, de 46 años, fue hospitalizada el sábado 15 de junio tras un episodio de desorientación. En un primer momento, fue asistida en un centro de salud de Santo Tomé, pero debido a la gravedad del cuadro fue derivada de urgencia al hospital Cullen, donde se le diagnosticó un ACV isquémico producto de la obstrucción de una arteria cerebral.
Durante los días siguientes, el estado de salud de la deportista fue deteriorándose. El martes, los médicos constataron un agravamiento del edema cerebral y, ante el riesgo de daño irreversible en otras zonas del cerebro, se resolvió realizar una craneotomía descompresiva, una cirugía para aliviar la presión dentro del cráneo.
“Es una descompresión que consiste en generar espacio para liberar la presión y evitar que se dañen otras zonas cerebrales”, explicó el director del hospital, Juan Pablo Moroni. Según indicó, el procedimiento tuvo “muy buena respuesta” en cuanto a la evolución del tejido cerebral, aunque aclaró que el cuadro general sigue siendo complejo.
Uno de los síntomas que más preocupación había generado antes de la intervención fue una parálisis en el lado izquierdo del cuerpo. Consultado al respecto, Moroni explicó que por el estado actual de Oliveras —sedada y conectada a un respirador— no es posible evaluar si persiste esa afección neurológica.
Desde su entorno político, Ariel Sclafani, colaborador cercano de Oliveras en el Frente de la Esperanza, expresó el profundo dolor que atraviesan: “Estamos muy amargados, su situación es muy delicada. Solo queda acompañarla y esperar”.
Mientras tanto, sus seguidores, vecinos de Santa Fe y el mundo del boxeo se mantienen en vilo, enviando muestras de apoyo y aliento a través de las redes sociales. La Locomotora, ícono de coraje arriba del ring, enfrenta hoy una pelea distinta, silenciosa y solitaria, con la misma fuerza que la convirtió en campeona.