Tras el cambio de titularidad de la AFIP, que quedó en manos del kirchnerista Carlos Castagneto, la entidad recaudadora del estado nacional comenzó a moverse a otra velocidad. Se destacaron los operativos contra bienes no declarados, especialmente automotores, embarcaciones de lujo o aeronaves.
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La intención de AFIP es golpear allí donde se produzcan operaciones que evadan el aporte de dólares que son necesarios como el aire para el Banco Central de la República Argentina.
Esta vez AFIP intervino por autos de rally importados que llegaban desde Chile para la competencia de Mendoza.
El embarque cruzó la frontera sin ninguna declaración, por lo que los coches fueron inmediatamente incautados.
Los autos, claramente preparados para la competencia de rally, son tres Hyundai I20N que ingresaban al país para participar en competencias nacionales.
En la documentación se advirtieron varias irregularidades. En primer lugar, la operación comercial aparecía disfrazada de “comodato” entre una empresa chilena y una argentina.
Además, en cuanto a la declaración del bien, un motor que cuesta en el mercado unos 18.000 dólares aparecía valuado en 2.500 dólares.
Estos coches, al ser destinados a la competencia nacional permanente (Argentina ya no cuenta con una fecha internacional de la especialidad) deben tributar, sin la excepción de aquellos que ingresan al país temporalmente.
Según publicó NA, "la persona cuyo nombre figura en la importación de los autos es la esposa de un piloto de rally que tiene el antecedente de haber sido condenado como partícipe necesario del delito de contrabando calificado de estupefacientes".
"Los coches serían conducidos, según la documentación presentada ante la Aduana, por el reconocido piloto Federico Villagra —múltiple campeón de rally— así como también el mencionado esposo de la mujer que figura en la documentación y el hijo de ambos", publicaron.
De comprobarse lo que se está investigando, la multa para los infractores podría llegar a 150 millones de pesos, y los vehículos se podrían sumarla lote de incautados en 2022, que ya suman 150 millones de dólares.