Con escasas chances de regresar a San Juan y Argentina, la reconocida cadena chilena Falabella anunció el cierre de una importante sucursal en Sudamérica. Se trata de una sede emblemática en Colombia, ubicada en el Centro Comercial El Cacique de Bucaramanga, tras diez años de operación. Esta decisión generó inquietud entre sus consumidores del país caribeño, dado el impacto que tiene la marca en la región y su relevancia en el mercado local.
Falabella explicó que la medida responde a una estrategia de centralización de operaciones para optimizar recursos y mejorar la eficiencia operativa. A partir del 1 de enero de 2025, la compañía continuará operando en Bucaramanga desde su tienda ubicada en el Centro Comercial Caracolí.
“En el marco de nuestra estrategia para seguir siendo competitivos y eficientes, y en respuesta a las dinámicas del mercado en la ciudad, hemos tomado la decisión de centralizar nuestra operación”, señaló la empresa en un comunicado. La compañía subrayó que esta decisión se basó en factores como la ubicación estratégica, el flujo de clientes y la rentabilidad.
Bucaramanga, conocida como “La Ciudad Bonita de Colombia”, es un centro comercial y económico clave del país. Sin embargo, enfrenta retos como la creciente competencia local y las cambiantes preferencias de los consumidores. El cierre de la tienda en el Centro Comercial El Cacique es un reflejo de estas dinámicas y de la necesidad de las empresas de adaptarse a un mercado en constante evolución.
En Colombia, Falabella seguirá
A pesar del cierre, Falabella reafirmó su compromiso con el mercado colombiano y desmintió rumores sobre una posible retirada del país. “Queremos resaltar que somos una compañía sólida y con una fuerte vocación de permanencia en Colombia. Continuaremos trabajando para brindar la mejor experiencia a nuestros clientes y para contribuir al desarrollo de la comunidad”, destacó la empresa.
Actualmente, Falabella cuenta con más de 20 tiendas en ciudades clave como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla. La centralización de sus operaciones en Bucaramanga busca, según la compañía, mejorar la agilidad, eficiencia y utilización de recursos, permitiendo así fortalecer su propuesta de valor para los clientes.
El "no" de la tienda chilena a San Juan y Argentina
En agosto pasado, el presidente de la Cámara de Comercio de San Juan, Hermes Rodríguez, manifestó que la icónica Falabella volvería a San Juan. La noticia tuvo alto impacto y generó repercusiones en todo el país. Pero todo indicaría que la tienda de origen chileno no regresaría a la provincia, según confirmaron desde el país vecino.
El grupo chileno fue contundente. Descartaron cualquier apertura de sucursales. “La compañía ya participa en la Argentina a través de Sodimac, y no está dentro de sus planes abrir nuevos negocios”, expresaron en La Nación.
Otras fuentes calificadas también le bajaron el pulgar al regreso de Falabella a San Juan. “No hay chances, por lo menos por ahora”, contaron a ese medio. Reconocieron el duro proceso de salida “como para volver tan pronto y aún no le creen al país”.
A principios de diciembre último, Antonio Heinz, gerente general del centro comercial, reveló la posibilidad de que el gigante comercial vuelva a instalarse en Córdoba. “Extrañamos Falabella y seguimos tratando de conseguir a Zara. Cuando el país logre tener más previsión, creo que van a volver”, adelantó en diálogo con Perfil Córdoba.
Sin embargo, Heinz habló con los responsables de la firma chilena y no recibió buenas noticias. “He hablado con los dueños y me confirmaron que no tienen planes de regresar a Argentina”, afirmó a Punto a Punto. Por el momento, su foco seguirá estando en otros mercados de la región.
Antes de la pandemia y cuando aún Falabella estaba en Córdoba, contaban con un tráfico de 500 mil personas por mes. Ese número hoy ascendió a 750 mil personas. “Generamos muchos más servicios sumando Correo Argentino, un gimnasio, Jumbo y más de 20 marcas nuevas”, cerró Heinz.