El Presidente Jair Bolsonaro se prepara para la segunda vuelta electoral apostando por la ampliación de las principales ayudas sociales que brinda el Estado. Se adelantan transferencias del plan Auxilio Brasil, y se lanza un programa de crédito por R$ 1.000 millones para mujeres emprendedoras.
El Gobierno de Jair Bolsonaro impulsará la expansión de las ayudas sociales en Brasil, valiéndose de recursos provistos por la Caja Económica Federal, una de las más importantes instituciones financieras en manos del Estado y dependiente del Ministerio de Hacienda.
La última importante iniciativa de Bolsonaro es la ampliación de créditos para mujeres emprendedoras. Este programa tendrá una partida presupuestaria de hasta R$ 1.000 millones y los beneficios recaen antes de las elecciones definitivas.
Solamente desde el pasado 3 de octubre, y luego de los resultados de la primera contienda electoral, Bolsonaro anunció el adelanto de las transferencias provistas por el programa Auxilio Brasil por un monto equivalente a los R$ 1.800 millones, cuyos fondos serán percibidos antes de la segunda vuelta. Un total de 700.000 personas recibirán beneficios sociales por esta
En los 12 días que quedan hasta las elecciones, se entregarán cinco transferencias en total, por lo que habrá aproximadamente una entrega de ayuda social cada tres días.
La apuesta de Bolsonaro será impactar sobre el umbral de personas más desfavorable a su plataforma electoral, ya que se estima que cerca del 60% de las personas que perciben el programa Auxilio Brasil fueron votantes de Lula Da Silva en la primera vuelta, quienes se ubican en su mayoría en la región Nordeste.
Las ayudas federales se concentran principalmente en beneficiarios de programas sociales como parte de la población más vulnerable del país, y más específicamente en las mujeres, ya que perciben hasta el 80% de las transferencias de Auxilio Brasil.
El refuerzo del programa creado por el propio Bolsonaro en 2020 busca generar una asociación entre las ayudas sociales con la actual administración, despegando así el fantasma del programa “Bolsa Familia” creado por Lula en 2003.