El grupo empresarial Argensun Foods, propietario de la marca de galletitas Tía Maruca, confirmó el cierre de su histórica planta en la ciudad de Chascomús, provincia de Buenos Aires, una decisión que generó un fuerte impacto y dejó a 27 trabajadores en una situación precaria. La medida, presentada por la compañía como parte de una "reestructuración", encendió las alarmas en San Juan, donde la planta Dilexis, ubicada en Albardón y también propiedad del grupo, atraviesa su propia crisis con atrasos salariales y una reciente suspensión de actividades. No obstante, desde el Gobierno de San Juan expresaron que hay acompañamiento oficial para preservar las fuentes de trabajo.
En Chascomús, el anuncio sorprendió a los trabajadores cuando el gerente de Recursos Humanos de Argensun Foods comunicó el fin de las operaciones en la fábrica que por más de una década produjo las clásicas talitas. Según se relató, la empresa no ofreció indemnizaciones, sino una "compensación económica" a pagar en cuotas, propuesta que fue rechazada de plano en las audiencias en el Ministerio de Trabajo bonaerense. Los empleados denunciaron además que, mientras negociaban, la firma comenzó a retirar insumos de la planta.
Desde el Gobierno de San Juan, el Secretario de Industria, Comercio y Servicios, Alejandro Martín, en diálogo con Canal 13 San Juan este jueves, contextualizó la decisión y explicó que "el grupo cerró una planta en la ciudad de Chascomús, provincia de Buenos Aires, una planta muy chiquita que tenía 27 personas". Según el funcionario, esta medida responde a una estrategia empresarial para "concentrar toda la producción de galletas en la provincia de San Juan". Martín calificó como positivo este plan de centralización, aunque reconoció que "no es bueno el cierre de una planta".
Sin embargo, esta estrategia coexiste con una compleja realidad en la planta de Albardón. A principios de septiembre, los casi 300 empleados de Dilexis retomaron sus tareas luego de una semana de "vacaciones obligatorias" forzadas por el exceso de stock ante la drástica caída de la demanda. A esta situación se suma la existencia de deudas salariales con el personal.
Martín confirmó las dificultades y afirmó: "Es cierto que hay un atraso en unas quincenas, tampoco son de varios meses". El secretario destacó que el gobierno acompaña a la empresa y a los trabajadores para gestionar la crisis. "Estamos acompañando de distintos actores para poder sobrellevar ese momento", aseguró, y agregó que "el diálogo tanto entre los trabajadores y la empresa es fundamental para poder sobrellevar entre todos esta situación".
El funcionario señaló que, debido a la caída en las ventas, la prioridad actual es el mantenimiento de la plantilla existente, mientras la empresa trabaja en "lanzar nuevos productos y refuncionalizar esta planta que lleva muchos años en San Juan". El objetivo principal, concluyó, es que la industria "pueda mantenerse en la provincia".