Este jueves, en el Dique Ignacio de la Roza fue escenario de la tradicional Ceremonia de Bendición de Aguas, un evento simbólico que marca el inicio del nuevo período de riego en San Juan. La jornada reunió a autoridades provinciales, productores y personal del Departamento de Hidráulica, en el cierre de una semana de capacitaciones centradas en la eficiencia y el aprovechamiento del recurso hídrico. Tal como había anticipado Tiempo de San Juan el pasado lunes, el pronóstico hídrico oficial confirmó que habrá menos agua disponible que el año pasado. El secretario de Recursos Hídricos y Energías Renovables, David Devia, explicó que el derrame del río San Juan se estima en 950 hectómetros cúbicos, frente a los 1.250 Hm³ registrados en 2024.
“Todos conocemos la importancia de lo que representa el valor del pronóstico para una provincia que desarrolla su actividad productiva, social y económica en base a ríos de régimen níveo”, señaló Devia durante el acto. “Este año el panorama es más ajustado: los valores son menores y debemos ser aún más conscientes en el uso del agua”, agregó.
El funcionario recordó que San Juan atraviesa una sequía de más de 15 años, un fenómeno que se ha intensificado por el impacto del cambio climático. “Estamos muy por debajo del promedio histórico de 1.933 hectómetros cúbicos, y también de los últimos 20 años, donde el promedio fue de unos 1.500 Hm³. Esta es una fotografía del cambio climático: cada vez habrá menos agua y debemos adaptarnos”, advirtió.
Por su parte, el director de Hidráulica, Raúl Ruiz, resaltó los 83 años del organismo y su papel clave en la administración del recurso. “Estamos en un contexto que nos demanda trabajar fuertemente en la eficientización del agua. Hace un año presentamos el reacondicionamiento de compuertas del Dique Ignacio de la Rosa; este año completamos la obra del Partidor San Emiliano e inauguramos la nueva vivienda del guardadique”, enumeró, agradeciendo el apoyo del ministro Fernando Perea y de todo el personal del área.
El pronóstico, que será presentado oficialmente ante el Consejo de Hidráulica en los próximos días, anticipa una temporada de riego austera. Según Devia, el Gobierno mantendrá la política de administración ajustada aplicada en años anteriores, priorizando el uso productivo esencial y la continuidad de las obras que evitan pérdidas del recurso.
“Cuando en una casa el presupuesto es bajo, hay que priorizar lo esencial. Con el agua ocurre lo mismo”, resumió el funcionario, dejando en claro que la planificación hídrica será más estricta que en temporadas previas.
Los estudios académicos realizados por especialistas de la Universidad Nacional de San Juan también coinciden con esta proyección. El ingeniero Oscar Dölling, de la Facultad de Ingeniería, estimó un 38% menos de agua respecto al año pasado, mientras que el equipo del Gabinete de Glaciología y Cambio Climático, liderado por Silvio Pastore, observó una reducción del 62% en el área cubierta de nieve en la cordillera durante los meses clave de acumulación.
Frente a este panorama, Devia destacó que el método oficial de pronóstico combina datos satelitales, modelos estadísticos y muestreos in situ en la alta montaña. “El año pasado nuestro pronóstico fue casi exacto, lo que generó confianza entre los regantes. Este año el desafío es el mismo: administrar cada gota con responsabilidad”, concluyó.