No se sabe si por resignación o por convencimiento, en San Juan los empresarios de la construcción no se tomaron a pecho las declaraciones Federico Sturzenegger, acerca de que “la obra pública no vuelve más”. Creen que la frase del ministro de Desregulación del Estado apunta a un nicho de obras que derivó en corrupción.
En cambio, se esperanzan en que en habrá obras para destinos públicos, como infraestructura vial, saludo o viviendas. “Es necesario interpretar esas declaraciones”, justificó Miguel Gili, presidente de la Cámara Empresarial de la Construcción de San Juan (Caemco), ante la consulta. “Entendemos que el Ministro Sturzenegger se refiere a la utilización de la obra pública como mecanismo de coacción política que deviene en cartelización y prebenda hacia empresas cercanas al poder, hechos que distorsionan el objetivo”, agregó.
En ese marco, para este sector de empresarios de la construcción sanjuanino, distinto es el concepto de “obra con destino público", cuyo desarrollo -aseguran- es fundamental para un país emergente "que pretende crecer en forma y ritmo sostenibles”. Desde la Cámara Argentina de la Construcción no contestaron a la consulta.
En cambio, Gili no dudó en justificar el accionar el gobierno nacional: “Vemos un auspicioso intento del gobierno nacional de transparentar procesos que además van a ayudar a la industria a limpiar una imagen estigmatizada en la opinión pública a causa de algunos casos resonantes de corrupción”, dijo el empresario.
Y además destacó que “lamentamos y sufrimos la histórica crisis que transita el sector, pero sabremos aprovechar el potencial de este cambio de paradigmas, y gestionar el futuro de las empresas confiando en la seguridad jurídica garantizada desde la campaña proselitista por el presidente Milei”.
Miguel Gili .jpg
Miguel Gili, presidente de Caemco.
Reactivacion de obra pública
Para respaldar la mirada de CAEMCO, de que lo que dijo Sturzenegger hay que tomarlo con pinzas, puso como ejemplo la noticia que se conoció casi al mismo tiempo que la frase del ministro de Milei, de que el Gobierno reactiva la obra pública en 21 provincias: 250 proyectos, de los cuales hay 100 que están iniciándose y 150 que están en proceso de descongelamiento.
Se trata de obras estratégicas y esenciales en el área vial, hídrica y energética. Y este proceso se dará en la gran mayoría de las provincias, pero no en todas: solo en los distritos donde sus gobernadores firmaron el traspaso de obras públicas que la Casa Rosada pactó con la gran mayoría de los gobernadores. Solo hubo dos que no lo hicieron: Buenos Aires y La Pampa.
En San Juan
El gobernador sanjuanino Marcelo Orrego sí acordó con la Rosada. En el mes de junio pasado mantuvo una reunión con Guillermo Francos para negociar la continuidad de un paquete de obra pública clave para esta provincia.
Allí entra el tramo de la Ruta 40 Sur- San Juan-Mendoza, que el viernes pasado tuvo un avance clave: Se firmó el acta de entendimiento entre la provincia y las empresas constructoras para retomar el trayecto de 26 kilómetros en Sarmiento, entre Tres Esquinas y Cochagual. La obra de la autopista estuvo 4 años paralizada.
Pero también la gestión de Orrego firmó con Francos el okey para las distintas etapas de la Planta de Saneamiento de Rawson, el Acueducto El Tambillo, en Iglesia, la Tercera Etapa del Sistema Cloacal de Jáchal y el Acueducto Gran Tulum.