La imagen de jóvenes que regresan al nido por la crisis está dando paso a un fenómeno que, aunque incipiente es novedoso: al cumplir 21 años piden "irse de casa" como regalo. Ese factor junto a la independencia femenina marcada y de trabajadores mineros sin familia está empujando el auge de los departamentos chicos en el mercado inmobiliario de San Juan.
Mientras las familias sufren por la falta de casas, los jóvenes encuentran una oferta a medida, ya que los desarrolladores de edificios apuestan a construir estos productos de rápida rotación, en momentos donde la rentabilidad ha vuelto a ser atractiva para el inversor.
Un sondeo realizado por Tiempo de San Juan develó que el mercado inmobiliario de San Juan está experimentando una transformación estructural impulsada por un cambio generacional y de independencia juvenil, y una recuperación de la rentabilidad que ha llevado a la especialización de la oferta en unidades pequeñas.
El fenómeno de los 21 años y el factor femenino
Mauricio Turell, presidente de la Cámara de la Construcción e Inmobiliaria, dijo que desde septiembre y octubre se ha acentuado en la provincia una "moda" donde los jóvenes piden como regalo de los 21 años la posibilidad de irse a vivir solos a un departamento alquilado.
“A los 18 años muchos padres aún no lo permiten, pero a los 21 se ha convertido en una especie de meta o moda", dijo Turell. Esta independencia es posible porque los precios de los departamentos de un dormitorio se mantienen en niveles que él empresario considera “razonables” dentro del contexto actual.
Según Turell, un departamento de un dormitorio ubicado fuera del microcentro puede costar aproximadamente entre 500 y 550 mil pesos mensuales, incluyendo ya los servicios. “A diferencia de las casas familiares que cuesta más conseguir, para los jóvenes sí hay opciones” dijo.
El empresario Osvaldo Lucero se dedica precisamente a construir torres y edificios. Dijo que no ha identificado aún el fenómeno del “regalo” de los 21 como tal, pero sí el factor femenino. “Comparado con otras épocas, los jóvenes, marcando más el género femenino, en cuanto pueden, arman algunas cosas y se van. Si toman algún trabajo, se van, aunque tengan que destinar la mitad del sueldo al alquiler”.
El perfil del inquilino minero
Un dato distintivo aportado por Lucero es el comportamiento del sector minero. A diferencia de los jóvenes que se nutren de monoambientes y unidades de un dormitorio, el personal de la minería que busca vivir solo suele descartar las unidades tan pequeñas, inclinándose al alquiler de una unidad de dos dormitorios. Debido a sus altos estándares y capacidad económica, este segmento prefiere departamentos más amplios para vivir con mayor comodidad.
Rentabilidad en alza: El motor de los inversores
Turell aseguró que los inversores y desarrolladores de edificios sanjuaninos han estado apostando fuertemente a la construcción de unidades de un ambiente o un dormitorio, lo que ha generado una cantidad importante de este tipo de propiedades en el mercado sanjuanino.
La contracara de este auge es el déficit habitacional para grupos familiares: es difícil encontrar casas familiares en alquiler o nuevos desarrollos de este tipo. ¿Por qué no se construyen casas para familias?
La razón es estrictamente económica: para Lucero, las unidades de tres dormitorios son consideradas productos "inmóviles" y riesgosos. Las empresas prefieren apostar por departamentos de uno y dos dormitorios porque son productos que "salen más ágilmente".
Detrás de esta oferta de departamentos pequeños hay una lógica financiera que ha vuelto a dinamizarse. Lucero revela que, tras un 2023 "desastroso" donde la rentabilidad apenas llegaba al 2%, hoy el escenario es mucho más optimista, rondando un 5% de rentabilidad anual.
Este valor permite recuperar la inversión en unos 20 años, a diferencia de los 50 que se proyectaban anteriormente. Actualmente, el espectro de rentabilidad en San Juan se mueve cómodamente entre el 4% y el 7%, lo que atrae al inversor que compra para luego volcar la unidad al mercado del alquiler.
Expectativas 2026: El crédito como solución
A pesar del cuello de botella actual, donde de cada diez demandas de alquiler solo se pueden satisfacer dos, el sector mira con entusiasmo al futuro cercano. Turell proyecta una reactivación "muy fuerte" para 2026, impulsada por los nuevos créditos hipotecarios que permiten comprar en pozo y escriturar antes de que la obra esté terminada. Se espera que, para abril o mayo del próximo año, el valor de una cuota crediticia ronde los $400,000, una cifra que para quien hoy paga un alquiler resultará sumamente atractiva para dar el salto a la casa propia.