Racing Club clasificó a la final de la Copa Sudamericana, en un partido histórico en Avellaneda. En un emocionante encuentro disputado en el Cilindro, la Academia se impuso por 2-1 a Corinthians, gracias a la destacada actuación de Juanfer Quintero, quien marcó ambos goles y se convirtió en el héroe indiscutido del equipo.
A los 33 minutos del primer tiempo, un penalti a favor de Racing fue la oportunidad que Quintero no desaprovechó. Tras la mano de José Martínez en el área, el colombiano cambió la falta por gol, empatando el partido. En un momento de gran impulso, Quintero recibió una asistencia de Maravilla Martínez y, con una definición precisa, anotó el segundo tanto que desató la locura entre los hinchas.
El rendimiento de Quintero fue sobresaliente. Completó 29 de 41 pases (71% de efectividad), realizó dos remates al arco, ambos convertidos, y generó varias situaciones de peligro, incluyendo un tiro libre y una asistencia a Maxi Salas, quien estuvo cerca de marcar el tercer gol.
El entrenador Gustavo Costas decidió sustituirlo a los 30 minutos del segundo tiempo, lo que provocó una ovación de pie de los aficionados. Aunque algo molesto por la decisión, Quintero saludó a la hinchada y recibió un cariñoso beso de su entrenador, culminando así una noche mágica.
Con lágrimas en los ojos, el ex River reflexionó sobre la importancia de este triunfo. "Soy un privilegiado del fútbol al tener estos momentos en un club como este", afirmó emocionado, destacando que tras una temporada complicada, donde enfrentó problemas familiares en Colombia, este triunfo es un bálsamo para su espíritu. "Lamentablemente, no pueden estar aquí, pero saben que mi corazón está con ustedes", concluyó.