De cuna futbolística -y hasta académica- riverplatense, Ezequiel Centurión vivió de todo en Núñez: fue campeón de América sin jugar, formó parte de la lista de la Libertadores 2018 y quedó en la historia por ser el primer jugador del club en dar positivo de Covid-19. Hoy, con 28 años y la camiseta de Independiente Rivadavia de Mendoza, atraviesa uno de los momentos más importantes de su carrera y se prepara para enfrentar al club que lo vio nacer.
“Tenemos la ilusión de llegar a la final”, asegura el arquero que todavía pertenece a River y que deberá regresar en diciembre, cuando se cumpla el préstamo con la Lepra. El destino, caprichoso, lo pone otra vez frente al Millonario, esta vez como rival y con la chance de dejarlo afuera de la Copa Argentina.
Rionegrino de nacimiento, Centurión llegó a River en edad de sexta división, tras ser captado en Cipolletti. “Fue complicado, porque al ser el cuarto arquero no me daban lugar en la pensión. Tuve que ir a vivir a un departamento. Los primeros meses fueron duros, pero me fui acostumbrando”, recordó sobre aquellos inicios lejos de su familia.
Ordenado, de reflejos rápidos y con gran sentido de ubicación, se fue ganando un lugar hasta consolidarse en Reserva, aunque nunca logró afianzarse en Primera, relegado detrás de Armani, Lux y Bologna. En busca de minutos, se fue a préstamo a Estudiantes de Buenos Aires, donde atajó 33 partidos y mantuvo 14 veces la valla invicta.
Poco después sufrió un duro golpe personal: la muerte de su primo de tres años, un hecho que lo marcó profundamente. Con fortaleza y el apoyo de su familia, siguió adelante y, en 2022, Marcelo Gallardo lo reincorporó al plantel profesional de River. Su debut oficial llegó ante Platense y luego sumó minutos en Liga Profesional y Libertadores.
En total, disputó 11 partidos con la camiseta del club de sus amores antes de volver a salir cedido, esta vez a Independiente Rivadavia, donde se convirtió en figura y referente. Hoy acumula 55 presencias y 19 vallas invictas, siendo uno de los pilares del equipo mendocino que busca hacer historia.
El mismo arquero que alguna vez preocupó a todo River con un positivo de Covid y una posterior miocarditis, hoy llega al cruce con un presente sólido y una convicción clara: “Tenemos la ilusión de pasar a la final”, dijo.
A fin de año deberá volver a Núñez, pero antes quiere cumplir un sueño impensado: eliminar al club de su vida y llevar a la Lepra a la final de la Copa Argentina.
Fuente: TyC Sports