Desde el primer campanazo, se pudo observar a “Puma” Martínez decidido a tomar la iniciativa. El argentino apostó por una estrategia ofensiva, utilizando ganchos y uppercuts, mientras que Ioka optó por un enfoque más cauteloso, apuntando al cuerpo con golpes precisos al hígado. A pesar del buen movimiento defensivo del japonés, Martínez mantuvo su plan inicial de presionar y mostrarse activo en cada ataque.
El público japonés ovacionó a Ioka en todo momento, quien fue ajustando su estrategia a lo largo de los asaltos. En el tercer round, aunque Martínez disminuyó la intensidad de sus movimientos, mantuvo la contundencia en sus golpes. A partir del cuarto y quinto, Ioka comenzó a ser más agresivo, combinando jabs con ganchos al hígado.
El sexto asalto destacó por un intercambio constante de golpes entre ambos púgiles. A pesar del evidente cansancio, tanto Martínez como Ioka encendieron al público con sus ataques curvos, dejando en claro por qué este combate era tan esperado.
El desarrollo de la pelea continuó con intensidad pasada la mitad del combate. Tras un sexto asalto en el que Ioka asumió la iniciativa, Martínez volvió a intentar posicionarse como protagonista. Sin embargo, los golpes al cuerpo del japonés comenzaron a hacer efecto, limitando los desplazamientos del argentino, quien disminuyó la cantidad de ataques pero conservó la misma potencia en sus impactos.
El noveno asalto marcó uno de los momentos más destacados de la noche. Martínez conectó un uppercut directo al mentón de Ioka, logrando desestabilizar al boxeador japonés. Pese a quedar visiblemente afectado, Ioka mostró resistencia y soportó el resto del castigo. Aunque el argentino intentó capitalizar esa oportunidad, no consiguió definir el combate en ese instante. El round concluyó con el nipón abrazando a Martínez, buscando ganar tiempo para recuperar aire.
El décimo round resultó especialmente complicado para Martínez, quien se vio envuelto nuevamente en un intenso intercambio de golpes. En esta ocasión, el golpe más contundente fue del lado del japonés, quien logró derribar al argentino por primera vez en el combate con un contraataque.
A pesar de la caída, Martínez se levantó antes del conteo de 10 y, con determinación, intentó recuperar el punto perdido saliendo al ataque. Sin embargo, sus esfuerzos no fueron suficientes para equilibrar el round, que quedó claramente inclinado a favor de Ioka.
En el undécimo round, ambos boxeadores optaron por reducir la intensidad, tomando un enfoque más estratégico. Se los vio estudiándose mutuamente, tras el desgaste acumulado y el daño recibido en los intercambios anteriores. Los dos esperaron con cautela el momento indicado para conectar un golpe decisivo que pudiera sentenciar el combate, lo que aumentó la tensión en el ring y entre el público presente de cara al último round.
En el final, el japonés salió más activo, consciente de la necesidad de sumar puntos en las tarjetas. Por su parte, Martínez apostó por la distancia corta y media, buscando un nocaut que definiera la pelea. Ambos, visiblemente agotados, continuaron lanzando potentes golpes curvos. Una izquierda del argentino impactó con fuerza, provocando que ambos bajaran momentáneamente la guardia y se lanzaran nuevamente al intercambio golpe por golpe en el centro del ring, exponiéndose a cara descubierta.
El combate concluyó con un intercambio frenético de golpes, reflejando una entrega total por parte de ambos contendientes. Finalmente, tras una batalla cargada de intensidad y emociones, el resultado quedó en manos de los jueces, quienes consideraron a Martinez como ganador de forma unánime.
“Espero que le haya gustado a todo Japón. Di lo mejor de mí. Ioka es un gran ex campeon, dio todo. Hoy estuvimos acá y le demostramos a la gente el verdadero boxeo, la verdadera guerra”, remarcó Puma desde el ring. “Sentí que me estudió bastante bien. Tenía mucha exigencia, lo sentí, sentí el entrenamiento. Me preparé con todo, eramos muy fuerte los dos y dejamos todo. Gracias a la gente que nos vino a ver que sabía lo que iba a ser esta pelea, quedó en la historia”, añadió el argentino, cuyo próximo objetivo es convertirse en campeón unificado.
Martínez (17-0, 9 KO), único argentino campeón regular del mundo en la actualidad, defenderá la corona obtenida en julio de 2024, cuando venció por decisión unánime al ex campeón nipón en el Kokugikan Arena ante 11.000 espectadores. En aquel combate unificó los cinturones de la FIB y la AMB, aunque más tarde dejó vacante el primero. En su regreso a Japón, el pugilista oriundo de La Boca buscará repetir la actuación que lo posicionó como una de las grandes figuras del boxeo argentino contemporáneo. El pesaje encontró a ambos peleadores reflejando en la balanza 114.5 libras (51.9kg).
“Quiero darle una paliza como la que le di en la primera pelea para que la gente se vaya contenta y que no quiera más revancha”, lanzó el Puma en la conferencia de prensa previa, en la que volvió a mostrar su habitual seguridad.
Martínez, fanático de Boca Juniors, se hizo notar en su anterior presentación al teñir el escenario con los colores azul y oro. Su estilo combativo, sostenido por una gran capacidad de absorción y volumen de golpeo, lo convierte en uno de los boxeadores más difíciles de la división.
Por su parte, Ioka (31-3-1, 16 KO), de 36 años, buscará revalidar su trayectoria como ex campeón mundial en cuatro categorías distintas. El japonés trabajó intensamente en los últimos meses con el objetivo de recuperar el cetro y dejar atrás la derrota del año pasado, cuya revancha originalmente iba a celebrarse el 31 de diciembre, pero fue suspendida por un cuadro de influenza del Puma.
“Estoy comprometido a ganar esta revancha y seguir adelante”, aseguró Ioka, en declaraciones recogidas por The Ring, uno de los medios especializados que más seguimiento ha dado a este enfrentamiento.
El argentino se colgó su primer cinturón mundial a inicios del 2022 con una victoria brillante sobre el filipino Jerwin Ancajas en Las Vegas. Hacia finales de ese año se desarrolló la revancha nuevamente en Estados Unidos y el Puma no dejó lugar a dudas para retener el título de la FIB. En junio del 2023 otra vez mostró su potencial en Minneapolis con un sangriento nocaut sobre el filipino Jade Bornea. Un año más tarde viajó a Japón para arrebatarle en su casa la corona AMB a Ioka con otra inolvidable presentación. Sin embargo, a fines del 2024 decidió quedarse solo con el cetro AMB y renunció al del FIB porque pretendía tener otro evento en tierras asiáticas.
La pelea será a 12 rounds en la división supermosca (115 libras, 52,2 kg) y se anticipa como el único combate de renombre de la velada. Aunque el plato fuerte será el cruce entre el argentino y el japonés, entre los otros duelos se destaca el choque coestelar del panameño Jaime Arboleda (20-3, 15 KOs) frente al prospecto local, Hayato Tsutsumi (6-0, 3 KOs).
Fernando Martínez intentará sostener su invicto y consolidarse como uno de los principales campeones del boxeo latinoamericano, mientras que Kazuto Ioka saldrá con la misión de demostrar que aún tiene cuerda para volver a la cima. Será un cruce de estilos, de generaciones y de culturas, pero sobre todo, una pelea que definirá el presente y el futuro de la categoría.
Fuente: Infobae