En una época en la que peligrosamente ganó terreno el "sálvese quien pueda" y el egoísmo se presenta como una constante, hay quienes dan una batalla silenciosa y casi, sin tener una conciencia total de ello, aportan su granito para que otros estén mejor sin pretender nada a cambio y sólo con el objeto de rendir honor a los colores. Ese es el caso del protagonista de la nota, quien nació en Las Flores y que de chico cultivó el amor por el azul y oro, que a estas alturas corre por sus venas.
Embed - Con la sangre azul y oro del Cacique de Pismanta
Es que Juan Díaz Barrios no es sólo un dirigente de Sportivo Pismanta, sino que se convirtió en el heredero de una pasión centenaria, un enamorado del club que fundaron sus antepasados y un joven que aspira a marcar la historia con grandes conquistas, adentro y afuera de la cancha. Si bien le tocó ocupar diversos roles, como jugador, hincha y técnico, hoy cumple las funciones como vicepresidente de la institución y se prepara para ser el futuro presidente.
Con el entusiasmo por lo que se viene, advierte que su sueño es claro: hacer grande el nombre del Cacique, que desde el 1923 hasta la fecha representa el orgullo de todo un pueblo y que, tal como él lo señala, se constituyó en base a los valores de unión y solidaridad de su comunidad. "Son nuestros abuelos quienes fundaron el club, quienes cuidaron la institución cuando esto recién iniciaba", destaca.
Integrante de la nueva generación de dirigentes, acumula ambiciosos proyectos como volver a su cancha, la que no se encuentra habilitada por las condiciones que presenta. Sin embargo, anticipa que ya se encuentran manos a la obra para que la próxima temporada vuelvan a ser locales en casa. Y, tal parece, así será pues de sus palabras se desprenden no sólo la convicción, sino el compromiso y la entrega.
“Mi tarea es cuidar un poco el club que tanto amor nos ha brindado y nos ha devuelto, sin querer, cariño para toda la población”, explica el ex canterano que está decidido a dejar huella en el club que lo vio crecer, pues su historia con el 'Boca Chico' de Iglesia comenzó en su infancia. Desde chico vistió la camiseta de pigmentos xeneizes, jugó en inferiores y más adelante también fue técnico. No obstante, su vínculo con la institución se diversificó cuando se sumó a la barra del Cacique y más tarde pasó a formar parte del cuerpo de autoridades.
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Acorde destaca, uno de los grandes logros fue el campeonato 2023, el primero en la historia del club después de 37 años. Esa segunda estrella que hoy luce arriba del escudo costó, no fue fácil obtenerla, pero finalmente sus esfuerzos rindieron fruto. Entre tantas acciones, hubo que convencer a jugadores de otras partes de la provincia para sumarse a un proyecto que entonces era apenas una ilusión. “No éramos creíbles… fue muy difícil lograr el título. Pero pudimos y gritamos al cielo ese triunfo ”, recuerda Juan.
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De los festejos del título obtenido en 2023, ni Juan ni nadie en el pueblo olvidarán aquel día que tocaron el cielo con las manos
Como un fiel reflejo al conjunto de La Ribera y su gente, alcanzar el título no habría sido posible sin la intervención de un elemento clave: el hincha. Y sí, el jugador número doce en Pismanta también se hace sentir. “El hincha acá es muy fuerte, se desvive por el club. Me llaman a las 2 ó 3 de la mañana para saber cómo va el equipo, si están listas las camisetas, si llega el refuerzo, si está la comida. Eso te da entusiasmo para seguir”, relata.
Para los que vienen de afuera, la institución situada en la tierra donde brotan aguas minerales -pues allí se hallan las famosas termas- los adopta como nuevos hijos. “ El pueblo es tan unido que abre las puertas de su casa y te brinda hasta lo que no tiene. Por eso es como seducimos a los jugadores para que vengan. Porque no en todos los lugares te ofrecen sentarte en la mesa donde almuerzan las familias. Eso es meritorio para nuestro club”, destaca con emoción.
Con el ímpetu de hacer del club algo tan grande como la leyenda del Cacique Pismanta, que protegió a su pueblo de la invasión española hasta el último suspiro, parece claro que Juan buscará modificar el escudo con más títulos y que el carnaval, que ellos mismos impulsaron, dure todo el año. Quizás cueste unos años concretarlo -o no y se de pronto-, pero hay algo que siempre estará de su lado pase lo que pase y es con el coraje, el corazón y el apoyo de los suyos.
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