En el interior del hipódromo del Jockey Club se viven horas convulsionadas. Los veterinarios van de un lado al otro, el herrero está en plena labor y los cuidadores, con los propietarios, analizan y especulan con lo que puede pasar este lunes en Clásico Domingo Faustino Sarmiento, la carrera del turf más importante del calendario sanjuanino. Claro que toda la atención está puesta en los protagonistas, los equinos, quienes doce de ellos tendrán la difícil tarea de superar los 2.200 metros en el menor tiempo posible.
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Pero no es sólo la carrera lo que está en juego, sino un trabajo de cuatro meses. Para llegar al Gran Premio en óptimas condiciones, un equipo de siete personas trabaja en la preparación del caballo. En esto se contempla su alimentación, entrenamiento diario y salud, por sobretodo. "Para una carrera de esta magnitud, de esta distancia, tenés que tener un caballo en buenas condiciones unos cuatro meses antes. El entrenamiento consiste en darle estado físico y después darle training para la distancia que va a correr y las partidas previas", comentó Oscar Rébora, histórico cuidador sanjuanino.
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Al animal se lo cuida y prepara como un deportista profesional. En cuanto a la alimentación, la misma es variada: en el menú hay cebadas, pasto, avena, maíz partido y pellet de soja. Normalmente come por la mañana y después, por la tarde. Claro que la cantidad debe ser equilibrada, unos 8 kilos al día. Respecto al líquido, puede consumir hasta diez litros de agua al día. "Se los pesa cada dos meses; ya con unos diez kilos de más está con sobrepeso y corre riesgo de que no pueda disputar una carrera", comenta Sergio Perona, otro cuidador famoso del Jockey Club.
Los cuidadores, junto al propietario del equino, son los encargados de planificar la táctica de carrera y el entrenamiento previo, también. Para la práctica diaria entra en acción Joaquín Perona, quien saca al protagonista a dar unas vueltas y colabora con otros quehaceres.
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Otro que también está al pie del cañón es Vicente Lucero, un pocitano que cumple el rol de herrero: "El herrado es para mejor la performance del caballo. Hay herraduras que son de hierro, que se usa dependiendo la pista, y otras de aluminio, que son más livianas. Eso lo define el cuidador y el patrón al momento de la competencia. Yo trabajo prácticamente todos los días con ellos, claro que cuando hay competencia se trabaja más".
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