En caso de ganar, San Martín ya conoció a su próximo rival por Copa Argentina. Racing Club asestó un duro golpe futbolístico a Santamarina de Tandil, tras imponerse por 2-0 en un partido disputado en el estadio de Lanús. Con una actuación contundente y sin dejar cabos sueltos, el equipo de Gustavo Costas ejecutó su plan con precisión quirúrgica y sentenció el duelo con goles de Facundo Mura y Maximiliano Salas.
La "Academia" fue una máquina bien aceitada que controló el terreno y sofocó cualquier intención de su rival. Durante la primera mitad, Santamarina intentó hacer pie con algunos arrestos individuales de Adrián Balboa y Luciano Vietto, pero sus ofensivas fueron desactivadas con solvencia. Sin embargo, cuando el telón del primer acto parecía cerrarse sin novedades, un letal contragolpe racinguista dictó sentencia. A los 44 minutos, un centro rasante de Salas cruzó toda el área hasta encontrar a Mura, quien, sin titubeos, ejecutó de primera y envió el balón al fondo de la red, dejando sin respuestas al arquero Navarro Montoya.
En el complemento, Racing salió decidido a liquidar el partido. Apenas comenzada la segunda mitad, el equipo de Costas generó una acción peligrosa con un cabezazo de Balboa que terminó en una oportunidad clara para Vietto, aunque sin fortuna. Sin embargo, la sentencia final llegó rápido. A los 11 minutos, Salas recibió un pase preciso de Balboa, enganchó con frialdad y remató con violencia para sellar el 2-0 definitivo.
Santamarina intentó reaccionar, pero sus intentos fueron sofocados por la defensa racinguista y un seguro Gabriel Arias. La última esperanza de los tandilenses llegó a los 36 minutos con un disparo de Emanuel Mercado que el arquero de Racing contuvo en dos tiempos. Del otro lado, la "Academia" pudo haber ampliado la diferencia con una acción de Ramiro Degregorio que impactó en el palo.
Con esta victoria, Racing avanza a los 16avos de final y ya espera rival, que saldrá del duelo entre San Martín de San Juan y Gimnasia de Jujuy. Mientras tanto, Santamarina quedó fuera de la competición, sin respuestas y con la sensación de haber sido víctima de un asalto deportivo que no le dio respiro.