El 23 de junio no es un día cualquiera para el hincha de River. Es que, en 2012, el equipo dirigido por aquél entonces por Matías Almeyda regresaba a Primera División luego de su histórico descenso. Fue una temporada dura y cargada de nerviosismo tras las cual, pocos podrían vaticinar la colección de títulos que vino después, incluida la histórica final de la Copa Libertadores a su eterno rival Boca Juniors.
Además, este ascenso culminó con una etapa negra en la historia del club. Es que, no solo el haber perdido la categoría un año antes había sido catastrófico para el mundo River, sino que la debacle no fue solo futbolística sino también institucional. La acumulación de malas campañas, pésimas gestiones e incorporaciones de futbolistas que no dieron la talla mandaron al equipo más ganador de Argentina a la segunda división.
Así, el equipo de Núñez se rearmó con un plantel de experiencia y jerarquía. Fueron 38 fechas de un campeonato siempre por demás complicado. Tal es así que le costó mucho más de lo que se esperaban sus hinchas. De cualquier modo, en la última fecha venció a Almirante Brown en el Monumental y el ansiado regreso a primera se concretó.
De la mano de Fernando Cavenaghi y Alejandro “el Chori” Domínguez el equipo tuvo alto vuelo. Además, apareció el campeón del mundo David Trezeguet y también algunos aportes importantes como Lucas Ocampos, Carlos Sánchez y el interminable Leonardo Ponzio.
El desenlace del campeonato fue de película, con Instituo, Rosario Central y Quilmes peleando por el ascenso. Luego del desahogo, volvieron los títulos y las alegrías al equipo de Núñez. Ocho años más tarde, River cosechó 2 Copas Libertadores, una frente a su eterno clásico rival en una memorable final en Madrid. Tras el paso de Matías Almeyda como DT del club, Ramón Díaz le dio el último título de Primera División, mientras que Marcelo Gallardo lo sacó campeón de la Copa Sudamericana, Copa Argentina y Copa Libertadores, entre otros.