El dormitorio es el espacio más íntimo de la casa, allí donde se renueva la energía vital y se busca equilibrio emocional. El Feng Shui sostiene que la orientación de la cama influye directamente en la calidad del sueño, las relaciones personales y hasta en la estabilidad emocional de quienes lo habitan. Una mala ubicación puede traer insomnio, conflictos de pareja o sensación de cansancio permanente.
La cama simboliza seguridad y bienestar. Por eso, colocarla en el lugar adecuado es esencial para mantener una circulación energética positiva dentro del dormitorio. Evitar errores comunes es clave para crear un ambiente de protección y descanso real.
Dónde no ubicar la cama según el Feng Shui
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Debajo de una ventana: provoca inestabilidad y pérdida de energía vital.
Enfrentada a la puerta: se la conoce como la “posición del ataúd” y se asocia a vibraciones negativas.
Pegada a la pared de un baño: el agua rompe el equilibrio y genera malestar durante el descanso.
Bajo vigas o estantes pesados: transmiten una carga simbólica que puede causar estrés o enfermedades.
En el centro del cuarto sin respaldo: la falta de un apoyo sólido detrás genera inseguridad y desprotección.
Aplicar estas recomendaciones del Feng Shui no solo mejora la calidad del sueño, sino que también ayuda a atraer energía positiva, armonía en la pareja y mayor bienestar en la vida diaria.