Cuando elegimos un televisor nuevo, solemos mirar aspectos como el tamaño de pantalla, la resolución o si tiene funciones inteligentes. Sin embargo, hay un detalle técnico que impacta muchísimo en la experiencia visual y muchas veces pasa desapercibido: la tasa de refresco. Entender qué es y cómo influye puede hacer una gran diferencia, sobre todo si te gusta ver deportes, jugar videojuegos o disfrutar películas de acción.
La tasa de refresco se mide en hertz (Hz) y define cuántas veces por segundo se actualiza la imagen que ves en pantalla. Cuanto mayor sea el número, más suaves y fluidos serán los movimientos. En el mercado argentino, marcas como Samsung, LG, Sony y TCL ofrecen televisores con diferentes tasas de refresco para adaptarse a todos los usos y presupuestos.
En esta nota, te vamos a explicar por qué deberías prestarle atención a este dato cuando compres un nuevo televisor. Además, te contamos qué opciones existen hoy, qué diferencia hay entre un TV plasma tradicional y modelos más modernos como el Samsung bu8000, y qué innovaciones se vienen para seguir mejorando la calidad de imagen.
Qué es la tasa de refresco y por qué es clave en un televisor
La tasa de refresco mide cuántas veces por segundo una pantalla actualiza su imagen, expresada en Hertzios (Hz). Por ejemplo, una TV de 60 Hz actualiza la imagen 60 veces por segundo. Cuanto mayor sea este número, más suaves y naturales se verán los movimientos.
Esto se nota muchísimo en transmisiones deportivas, videojuegos o películas de acción. En modelos como el Samsung bu8000 o los LG NanoCell, una tasa de 120 Hz o más permite ver jugadas rápidas o explosiones sin sensación de parpadeo o desenfoque.
Cómo afecta la tasa de refresco a distintos tipos de contenido
Dependiendo de lo que suelas mirar, la tasa de refresco puede cambiar radicalmente tu experiencia.
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Series y películas
En contenido grabado a 24 cuadros por segundo, como la mayoría de las películas, una tasa de refresco alta ayuda a evitar el famoso “efecto telenovela”, donde las imágenes se ven demasiado suaves. Algunos Smart TVs ofrecen opciones para mantener la sensación cinematográfica, como los Sony Bravia con el modo "True Cinema".
Deportes y transmisiones en vivo
Si sos fanático del fútbol o el tenis, notarás que una tasa baja genera estelas o saltos bruscos en la imagen. Modelos como el Philips The One o el Hisense ULED mejoran este problema integrando tecnologías de interpolación de movimiento, que suavizan las escenas en vivo.
Videojuegos
En gaming, la tasa de refresco lo es todo. Con consolas como PlayStation 5 o Xbox Series X, conviene buscar televisores compatibles con 120 Hz reales, como el LG C3 OLED o el Samsung QN90C, para lograr una respuesta rápida y una imagen fluida.
Diferencias entre una TV moderna y un TV plasma en la tasa de refresco
Muchos recuerdan los TV plasma por su calidad de imagen impresionante. Estos modelos solían tener tasas de refresco nativas muy buenas, lo que les permitía manejar movimientos rápidos de manera fluida, aunque con menor brillo general y mayor consumo de energía.
Hoy, los televisores LED, QLED y OLED como el Samsung bu8000, el TCL Q7 o el Sony A80L OLED superan ampliamente esa performance, ofreciendo tasas de 120 Hz o más con mejor eficiencia energética, colores más vibrantes y compatibilidad con tecnologías HDR avanzadas.
Tecnologías que mejoran aún más la fluidez de imagen
Además de la tasa de refresco pura, muchos televisores suman funciones extra para mejorar el movimiento.
Motion Rate, TruMotion y otras tecnologías
Cada marca tiene su nombre: Samsung usa Motion Rate, LG tiene TruMotion y Sony ofrece MotionFlow. Todas buscan el mismo objetivo: suavizar el movimiento interpolando cuadros adicionales.
Por ejemplo, un televisor con 60 Hz nativos puede simular una imagen de 120 Hz mediante estas técnicas. No reemplazan una tasa de refresco real alta, pero ayudan bastante en contenidos como deportes o shows en vivo.
VRR y ALLM: claves para gamers
El VRR (Variable Refresh Rate) permite que el televisor ajuste la tasa de refresco en tiempo real para sincronizarse con la consola, evitando cortes o "tearing" en la imagen. El ALLM (Auto Low Latency Mode), por su parte, optimiza automáticamente la configuración para reducir el tiempo de respuesta al jugar.
Marcas como LG, Samsung y Sony incorporan estas funciones en sus líneas gamer-friendly. El TCL l43s5400, por ejemplo, ofrece soporte para algunas de estas tecnologías, aunque en gamas más altas los beneficios son aún mayores.
Qué tener en cuenta al elegir un televisor pensando en la tasa de refresco
Antes de decidirte por un modelo, fijate en algunos puntos clave.
Fijate si son Hz reales o simulados
Algunos fabricantes promocionan tasas como “120 Motion Rate” o “240 TruMotion”, pero eso no siempre significa que sean Hz reales. Buscá la especificación de tasa nativa para asegurarte. Estos números inflados suelen reflejar tecnologías de mejora de movimiento y no la verdadera cantidad de imágenes que el panel puede mostrar por segundo.
Considerá el tipo de contenido que ves
Si mirás principalmente películas o series en Netflix, no vas a necesitar más de 60 Hz. Pero si jugás online o mirás deportes, apuntar a un televisor de 120 Hz reales te va a cambiar la experiencia.
Evaluá el presupuesto
Modelos con tasa de refresco alta y tecnologías adicionales suelen ser más caros. Pero opciones como el Samsung bu8000, el Hisense U7K o el LG QNED80 ofrecen un buen equilibrio entre precio y performance.
El futuro de la tasa de refresco en televisores
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La tasa de refresco en televisores no se detiene en los 120 Hz o 144 Hz que hoy vemos en varios modelos de alta gama. Las marcas ya están trabajando en tecnologías que permiten tasas de refresco variables (VRR), una función que ajusta dinámicamente la frecuencia de actualización según el contenido que estés mirando. Esto significa que el televisor puede pasar de 60 Hz a 120 Hz o más en tiempo real, ofreciendo siempre la mejor fluidez posible.
Modelos como los LG OLED evo, Samsung Neo QLED o los nuevos Philips Ambilight ya integran estas funciones para aprovechar mejor los juegos de consolas como la PlayStation 5 o la Xbox Series X. Además, el desarrollo de tecnologías como NVIDIA G-Sync y AMD FreeSync para televisores promete aún menos interrupciones de imagen (tearing) y mejor sincronización en videojuegos.
Mirando hacia adelante, también se están empezando a ver en el mercado propuestas con frecuencias de 240 Hz en televisores LED y OLED. Si bien todavía están orientadas a un público más gamer o entusiasta, es muy probable que en pocos años estas tasas sean estándar incluso en Smart TVs de uso cotidiano.
En resumen, la evolución de la tasa de refresco apunta a ofrecer imágenes cada vez más fluidas, naturales y libres de fallos, mejorando la experiencia visual tanto para ver películas como para jugar videojuegos o disfrutar deportes en alta definición.