Alrededor de 100 chicos y chicas trabajan actualmente en Pedidos Ya de San Juan. Muchos de ellos se sumaron en las últimas semanas a raíz de la cuarentena, ya que no pudieron seguir trabajando en donde lo hacían anteriormente. La crisis desatada por la pandemia también los afecta a ellos, pero la necesidad de salir adelante los impulsa a continuar “pedaleando”.
Los turnos son de 4 horas y, un día “bueno”, levantan hasta 12 pedidos. Desde esta semana se puede trabajar hasta las 00, una hora más que la anterior donde el límite del horario era las 23. Muchos se están sumando en las últimas semanas por la falta de oferta laboral consecuencia de la pandemia.
Florencia trabajaba de croupier en el casino y tuvo que agarrar la bicicleta para poder seguir trabajando. “Estoy tranquila, adaptándome, respetando todos los protocolos”, sostuvo, quien además indicó que esto es fundamental para realizar el trabajo: “Hacemos todo lo que se debe seguir, mantenemos las distancias con las personas, utilizamos alcohol en gel, tratamos de que el reparto de mercadería sea sin contacto”.
“Yo soy croupier del casino, y la alternativa fue salir a trabajar. No es el mismo sueldo, pero hay cosas que pagar y familias por mantener”, se sinceró Florencia, para quien el lunes fue su tercer día en Pedidos Ya.
La cantidad de pedidos no ha bajado, según indicaron los mismos trabajadores. El problema es que cada vez los mandan más lejos. A los que se reúnen en la Plaza 25 de Mayo, no pueden pasar del radio de la Circunvalación. Cuando el pago es en efectivo, no les queda otra que recibir la plata en mano, aunque la aplicación le da la opción al cliente de que el delivery le deje la comida en la puerta si es que el pago ya se efectuó vía online.
Darío, otro de los chicos que entrevistó Tiempo de San Juan, indicó que tuvo que cambiar su vida por la situación extraordinaria que vive no solo la provincia y el país, sino el mundo. “He salido a trabajar de delivery por esta situación. Yo hago mecánica, estudio y además tengo un alquiler de lavadero. Pero ahora tuve que salir a la calle a buscar una alternativa”, sostuvo, quien además indicó que cada vez hay más movimiento, más gente circulando y que “los autos no te respetan nada”, aunque el trato con los clientes sea bueno.
“Para ganar, hay que andar”, indicó Gabriel, de 39 años, quien de día trabaja en la construcción y de noche tuve que salir a repartir comidas para poder subsistir. Por cada entrega, un trabajador de Pedidos Ya tiene recibe $55. Además, se paga $5 el kilómetro y $9 la hora y $15 las motos. Todos son monotributistas.
Los chicos que trabajan permanentemente tienen los turnos programados, por lo que si uno no saca turno tiene que esperar a que alguien ceda el suyo para que el sistema lo tome. “Hoy (por el lunes), en 3 horas metí 5 turnos. El viernes pasado, en un turno metí 18 pedidos, cerca de 30 kilómetros”, contó Gabriel.
“Un día así hacés la diferencia: una buena jornada me deja mil, mil doscientos pesos, pero hoy que hago 5 son 250 pesos. Vos sos tu propio inversor en esto, si vos más le ponés, más vas a tener”, agregó.
Por supuesto, el conoravirus preocupa a Gabriel, quien vive con su pareja y sus tres hijos: “Asumimos muchos riesgos, a pesar de tomar los recaudos necesarios. Cuando llego a casa dejo las zapatillas en la puerta, no saludo a los chicos hasta que me lavo las manos y me cambio la ropa”, finalizó.