Eran alrededor de las 12 del mediodía del sábado 14 de mayo cuando las vecinas del Monoblock 3, en la manzana P del Barrio Rivadavia Norte, escucharon el estruendo. Cuando salieron la escena era dramática, dos ancianas de 75 y 73 años estaban tendidas en el suelo porque el ascensor "casero" que habían fabricado en esa torre de departamentos había colapsado y las dos terminaron quebradas. No hubo víctimas fatales de milagro.
WhatsApp Image 2022-05-16 at 9.21.19 PM (1).jpeg
El lugar donde desciende el "ascensor" no tiene ningún tipo de contención sino que es un pasillo común por donde pasa gente.
Por la hora que era y las normas de seguridad inexistentes de la instalación ilegal, el ascensor podría haber caído sobre la cabeza de cualquier adulto o niño que pasara por abajo. Las dos mujeres que acabaron con fracturas de tobillo podrían haber muerto.
La historia no es nueva y los vecinos del lugar que hablaron con Tiempo de San Juan sostienen que se cansaron de hacer denuncias pero que nadie hace nada.
"Cuando lo empezaron a instalar les dijimos que eso no se podía porque aparte está en un espacio común y ella nos respondió: A ustedes yo no les he pedido plata", dijo a este diario una de las vecinas que no quiere dar su nombre para "no tener problemas".
Así es el ascensor en el que casi se matan dos ancianas en el Barrio Rivadavia Norte.
La torre del monoblock 3 tiene planta baja, primer piso y segundo piso, no es largo el trayecto que hay que subir por las escaleras para llegar hasta la entrada del precario ascensor. Está fabricado con maderas, tiene un motor y las puertas son de policarbonato transparente, una especie de plástico que simula ser vidrio.
"Al principio lo usaban como montacargas porque el motor que le habían puesto era muy chiquito y no se aguantaba el peso de una persona, entonces subían mercadería. La semana pasada vinieron y le pusieron un motor más grande y ahí fue cuando se subieron las señoras", relató la vecina. Aparentemente lo que falló no fue el motor sino los cables metálicos que no soportaron el peso de las dos mujeres.
WhatsApp Image 2022-05-16 at 9.21.24 PM.jpeg
Este es el motor que tenía el aparato instalado en el Barrio Rivadavia Norte.
Las dos heridas fueron identificadas como Beatriz Molina (75) y Araceli Castro (73) y sería una de ellas la propietaria y creadora del aparato. Sobre quién lo hizo no hay certezas ya que los vecinos sostienen que "trajeron a alguien para que lo fabrique". Obviamente, el ascensor no cuenta con ningún tipo de habilitación ni medida de seguridad. De hecho, el sector donde desciende es un pasillo común por el que pasa gente y podría haberse caído en la cabeza de cualquier transeúnte distraído.
WhatsApp Image 2022-05-16 at 9.21.22 PM.jpeg
La reja de contención del segundo piso fue modificada para transformarla en una puerta que les permitiera subir al ascensor.
Para sostenerlo se instalaron dos columnas metálicas y la entrada al mismo da a la casa de la mujer que lo instaló. "La excusa que nos pone ella es que no puede subir las escaleras", aseguraron las propietarias de los otros departamentos. La realidad es que, a pesar del problema de movilidad que pueda tener la persona que lo colocó, no está permitido bajo ningún punto de vista.
Al instalarlo la dueña del departamento tuvo que cortar la reja metálica que funcionaba de contención en ese segundo piso, generando un segundo problema. Es que esa puerta que abrieron tiene apenas una traba metálica que puede ser abierta por cualquier niño y causar otro accidente más grave.
Así es el ascensor ilegal instalado en el barrio Rivadavia Norte.
Los vecinos de la zona sostienen que el problema de las construcciones ilegales en el Barrio Rivadavia Norte no es nuevo y a media cuadra de donde está el ascensor hay un vecino que montó una especie de terraza, una enorme estructura metálica incrustada entre una torre y la otra. La misma tiene hasta un chulengo para hacer asado, también está hace bastante tiempo pero a nadie parece importarle.
WhatsApp Image 2022-05-16 at 9.21.21 PM.jpeg
Otra construcción ilegal en el mismo barrio, a media cuadra de donde estaba el ascensor.