La Hipersexualidad es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un impulso sexual excesivo. En otras palabras: Adicción al Sexo, la cual afecta a hombres y mujeres, y puede conllevar consecuencias negativas sociales, emocionales y físicas, como dejar de disfrutar del sexo para obsesionarse con la cantidad de los encuentros sexuales.
Tener relaciones sexuales es visto como algo deseable y saludable (incluso la masturbación puede tener efectos positivos). Entonces, ¿dónde están los límites entre el deseo sexual intenso y la obsesión sexual?, ¿cómo saber si se ha cruzado la línea y estamos hablando de una persona dominada por el apetito sexual?
Hablar del deseo sexual, la lívido o del comportamiento sexual, estableciendo criterios precisos y universales para diferenciar lo que es saludable de lo que no lo es, es un tema complejo. Lo que si podemos dejar claramente definido es el concepto de riesgo a la adicción sexual se produce cuando se traspasan ciertas líneas rojas, y el “placer” y la frecuencia, se convierte en una obsesión, y en algo más importante que la familia, la amistad y el trabajo y, al igual que ocurre con los efectos de otras adicciones, esta situación llega a alterar el estado de ánimo y a afectar la vida cotidiana de las personas hipersexuales.
A diferencia del deseo sexual elevado, este trastorno implica una necesidad constante y compulsiva de realizar actividades eróticas, como el consumo excesivo de pornografía, la masturbación frecuente o intimar con múltiples parejas.
Un dato importante a tener muy presente es que la persona adicta al sexo hace uso de este como una estrategia para aliviar emociones desagradables y experimentar placer. Podríamos decir que la adicción funciona como una especie de anestesia para sobrellevar los momentos difíciles. Sin embargo, cuando el efecto anestésico desaparece, la persona vuelve a experimentar emociones desagradables, como por ejemplo: ira, sentimientos de culpa hacia la pareja (si la tiene) o hacia ella misma, tristeza, ansiedad, o vergüenza.
Y, como en toda adicción en algunos casos, también se sufren síntomas de abstinencia que afectan física y psicológicamente a la persona, llevándola a una situación de ansiedad extrema y desequilibrio emocional.
Síntomas de la hipersexualidad
La Hipersexualidad es una gran desconocida y para detectarla es posible relacionarla con algunos indicadores emocionales, cognitivos (pensamientos) y conductuales. A continuación te detallo algunos indicadores que con frecuencia están presentes de diferentes formas según la persona.
Al detallarte estos indicadores, recuerda que tienen un carácter orientativo, para facilitar la reflexión y la autobservación y fomentar la identificación, que siempre es importante en la prevención y actuación temprana.
Así que con esta perspectiva, veamos algunos de estos indicadores:
- Pensamientos intrusivos relacionados con el sexo de forma muy recurrente.
- Altos niveles de ansiedad, angustia y estrés.
- Dificultad para hacer frente a emociones desfavorables como la preocupación, la tristeza, el aburrimiento, la irritabilidad, la culpa o la vergüenza.
- Tendencia a realizar determinadas conductas sexuales aunque se sea consciente de sus negativas consecuencias.
- Cambios bruscos de humor (tristeza-euforia).
- Problemas para controlar los impulsos, sobre todo los sexuales, o reprimir o evitar la conducta sexual que la propia persona considera inapropiada.
- Problemas para mantener la concentración.
- Sentimientos de vergüenza y culpa posteriores a las conductas sexuales, que suelen reportar placeres que no suelen ser muy duraderos, de ahí que se tienda a repetir compulsivamente la conducta.
- Presencia de otros trastornos sexuales como disfunción eréctil, eyaculación precoz o anorgasmia.
- Tendencia a mentir y engañar al entorno cercano, llegando a tener, incluso, una “doble vida”.
- Dedicar gran parte del tiempo a planificar y realizar los encuentros sexuales. Circunstancia que lleva al aislamiento social.
- Problemas económicos, incluso legales, consecuencia de la impulsiva actividad y los repetidos encuentros sexuales.
- Baja tolerancia a la frustración y a la incertidumbre.
- Inseguridad y baja autoestima.
- Incapacidad para la resolución de los problemas vitales, encontrando en la sexualidad una alternativa o vía de escape para no afrontar las dificultades de la vida.
Queremos dejar claro que los síntomas se pueden manifestar de distintas maneras según la persona, pero si tienes más de 6/7 conductas de este tipo deberías buscar ayuda profesional ya que si bien estos patrones no pueden considerarse o interpretarse como diagnóstico psicológico o médico, si te pueden dar un indicio de cómo abordar tu situación actual.
Consecuencias de la hipersexualidad
Las personas con hipersexualidad pueden presentar alteraciones por el tiempo que gastan en satisfacer sus fantasías y consumar sus conductas sexuales en diversas áreas vitales que debes conocer:
- Consecuencias emocionales: irritabilidad, ansiedad, sentimientos de culpa, miedo, incertidumbre, vergüenza.
- Problemas de atención y concentración, al tener la mente en planificar y participar en los actos sexuales, pudiendo tener descuidos importantes.
- Consecuencias físicas: náuseas, insomnio, inquietud, nerviosismo… o lesiones físicas como consecuencia de prácticas sexuales continuadas, más violentas y más arriesgadas.
- Enfermedades de transmisión sexual.
- Consumo excesivo de alcohol y sustancias, para mantener el ritmo o disponerse mentalmente para las prácticas sexuales.
- Hábitos de vida muy deficitarios: alimentación, sueño…
- Automedicación.
- Alteraciones económicas y financieras, derivados de las actividades relacionadas con las prácticas sexuales.
- Problemas relacionales, alteraciones en la dinámica de pareja y familiar.
- Consecuencias laborales: absentismo laboral, conflictos con los compañeros, falta de concentración y atención al trabajo, dedicarse durante las horas de trabajo a actividades relacionadas con la hipersexualidad.
- Aislamiento social. Las relaciones sociales terminan circunscribiéndose a las prácticas sexuales.
Si te sentiste identificado-a con esta nota, no te dejes, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental si se experimentan síntomas de hipersexualidad para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado. Recuerda que toda adicción tiene cura y restablece tu vida al orden deseado.
Escrito por: Carlos Fernández. Coach y psicólogo.
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