Moscú ha convocado al embajador argentino, Enrique Ignacio Ferrer Vieyra, para rechazar "firmemente" y calificar de "infundadas" las afirmaciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que vinculan a la inteligencia rusa con la grabación ilegal de la Casa Rosada y la filtración de audios de Karina Milei. El Ministerio de Exteriores ruso ha solicitado una "explicación detallada de las inaceptables declaraciones de la ministra lo antes posible".
Las acusaciones de Bullrich señalan a "personas ligadas a exservicios de inteligencia rusos" como responsables de la filtración de audios de Karina Milei. Sin embargo, la Cancillería rusa ha declarado que estas acusaciones "no tienen pruebas" y se basan en una "historia de espionaje ficticia".
El Gobierno ruso comunicó al embajador argentino que rechazan categóricamente las declaraciones de Bullrich y le recordaron la existencia de un Tratado de asistencia legal recíproca en materia penal entre ambos países, que establece procedimientos para la interacción entre sus estructuras competentes.
Esta no es la primera vez que la diplomacia rusa cuestiona las acusaciones de la ministra argentina. Ya había desmentido previamente afirmaciones de Bullrich sobre un supuesto grupo ruso, "La Compañía", liderado por Lev Konstantinovich Andriashvili e Irina Iakovenko, que buscaría influir en organizaciones locales y difundir contenido en redes sociales a favor de los intereses rusos. En ese momento, la embajada lamentó ser mencionada negativamente en el contexto de un "escándalo político interno de gran repercusión mediática" y calificó el "deseo de ver ‘espías rusos’ en cada esquina" como "irracional y destructivo".
Moscú ha fundamentado que las declaraciones de la ministra "no ayudan a mantener relaciones constructivas de amistad" entre ambas naciones y que Buenos Aires "no esté dispuesto a avanzar en el camino de su desarrollo progresivo". Expertos en inteligencia criminal citados por distintos medios argentinos se mostraron escépticos ante las afirmaciones de Bullrich, sugiriendo que la supuesta actividad cuestionada de influir en redes sociales no parece seria y que el Ministerio de Seguridad podría estar invadiendo las competencias de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).