Este viernes por la mañana, trascendió que el asesor académico de la Escuela Judicial, Juan Pablo Ortega, renunció a su cargo honorífico y el hecho llamó la atención por el escándalo en el que está envuelto, ya que se encuentra imputado en la causa Parisí por presunto encubrimiento.
En ese contexto, la integrante de la Corte de Justicia, Adriana García Nieto, que confirmó la dimisión, aseguró desconocer los argumentos que Ortega ofreció para dejar su puesto vacante y manifestó que encontrar un reemplazo no es una urgencia para la dependencia.
Consultada específicamente si la decisión de alejarse de la Escuela Judicial estuvo relacionada con su situación procesal en la causa que lo tiene en la mira, la cortista expresó:
“No puedo hacer ninguna interpretación sobre los motivos por los que renunció”. “No puedo hacer ninguna interpretación sobre los motivos por los que renunció”.
Respecto a quién ocupará su lugar en la coordinación académica de la Escueal, tras la salida de quien formara parte del Colegio de Jueces previo al escándalo, García Nieto explicó que todavía no se habló de ninguna figura y aclaró que por el momento no es una necesidad nombrar a algún funcionario.
“La Escuela Judicial está trabajando muy bien, asique continúan los proyectos adelante. Hay un buen equipo consolidado y no hace falta buscar un reemplazo urgente. Luego se evaluará quién y de qué manera ocupará su lugar”, cerró. “La Escuela Judicial está trabajando muy bien, asique continúan los proyectos adelante. Hay un buen equipo consolidado y no hace falta buscar un reemplazo urgente. Luego se evaluará quién y de qué manera ocupará su lugar”, cerró.
Ortega, que había sido separado de sus funciones en el Colegio de Jueces cuando el Ministerio Público le informó a la Corte sobre el avance de la causa, dejó su cargo honorífico, pero seguirá vinculado al Poder Judicial como colaborador en la Segunda Circunscripción.
El funcionario que tiene como tarea -junto a un equipo de trabajo- poner al día los expedientes atrasados en el juzgado que estaba en manos de Javier Alonso -destituido en octubre del año pasado- quedó en el ojo de la tormenta después de que la mujer que denunció al ex coordinador de Flagrancia, Mario Parisí, lo señalara en su declaración.
La denunciante aseveró que Ortega intentó convencerla para que cambiara su primera versión, de modo que su amigo no fuera perjudicado. Por esa acusación, le fue endilgado el delito de encubrimiento. Sin embargo, podría quedar desligado de la sospecha si su defensa demuestra que la relación entre él y el principal imputado eran amigos íntimos, por lo que se encontraría exceptuado de una acción penal.