Cuando Mauricio Macri destrató, a un siglo de distancia, a Hipólito Irigoyen tratándolo de “populista”, con “pasión por regalar la energía”, el titular de la UCR, Gerardo Morales, le respondió: “Si tu intención es romper Juntos por el Cambio para buscar un acuerdo con sectores de la extrema derecha antidemocrática, lo mejor es decirlo concretamente”.
Para Morales la derecha antidemocrática está representada por Javier Milei, líder de La libertad Avanza, que en las últimas semanas buscó renovar participación en los medios con declaraciones a favor de la portación de armas (tras la masacre de Texas que dejó 14 niños y dos maestras asesinadas por un tirador) y del derecho de “morirse de hambre”, y “vender órganos, porque es un mercado más”.
Ideas ultraliberales, y lenguaje duro, con insultos. Esta es la fórmula que colocó a Javier Milei en la Cámara de Diputados de la Nación, y en un lugar expectante, incluso, en la carrera presidencial. De estas dos condiciones, Mauricio Macri venía privándose de una, hasta ayer. Ideas ultraliberales, y lenguaje duro, con insultos. Esta es la fórmula que colocó a Javier Milei en la Cámara de Diputados de la Nación, y en un lugar expectante, incluso, en la carrera presidencial. De estas dos condiciones, Mauricio Macri venía privándose de una, hasta ayer.
El ex presidente participó del acto en el Yacht Club de Olivos que Patricia Bullrich había organizado como ensayo de un virtual lanzamiento a la Presidencia. La ex ministra iba a presentar sus equipos de Gobierno, ante la presencia de 300 dirigentes del PRO de la línea "halcón".
Mauricio Macri buscó toda la centralidad posible, desplazando incluso a la protagonista del evento.
Ya había hecho algo semejante días atrás, cuando apareció de improviso en una reunión de Gabinete en Capital Federal, tras la que se aseguró que circularan fotos en las que se veía a todos los ministros porteños, y al mismo Rodríguez Larreta, asistir impávidos a lo que parecía ser la bajada de línea del líder político del PRO.
Todavía envuelto en la polémica con la UCR, la pata territorial de Juntos por el Cambio, Macri señaló que "tenemos que volver a la esencia original. El Estado no puede salvar sólo a los que están dentro o cerca del Estado. Esto fue una mentira de muchas décadas y algunas cosas son contagiosas. Somos el cambio o no somos nada".
Y para cerrar dejó un mensaje, destinado a Morales pero quizá también a Patricia Bullrich, que horas antes había declarado en medios que Hipólito Irigoyen no era un “populista”, cargo del que lo acusó Macri. El ex presidente eligió el modo Milei, y soltó un exabrupto, nada grave, pero nuevo en su registro semántico de cara al público: “Si decimos que vamos a hacer un cambio en serio y en la previa nos matamos entre nosotros, ¿quién nos va a creer? La gente no es pelotuda”.