La firma del cortista Guillermo De Sanctis para ascender a su propia hija, Eva Gabriela De Sanctis Sánchez, abrió una caja de Pandora en el ámbito judicial sanjuanino. La polémica no solo se centra en este caso, sino que ahora se suman nuevos datos sobre vínculos familiares de empleados ascendidos con altas autoridades judiciales, lo que intensifica las críticas.
La Acordada 114, firmada por los cinco ministros de la Corte y el Fiscal General Eduardo Quattropani, promovió una serie de ascensos que llamaron la atención por los vínculos familiares de los beneficiarios: Nehuén e Ignacio Narváez, hijos de Enrique Narváez, secretario privado del cortista Juan José Victoria, fueron promovidos a Oficial Técnico y Oficial Principal, respectivamente.
También figura Atilio Quattropani, sobrino del Fiscal General, asumirá un cargo con jerarquía en el escalafón judicial. Asimismo, está Facundo Caballero Vidal, nieto del excortista Juan Carlos Caballero Vidal, será Secretario de Paz Letrado.
Además, están Franco Rodríguez y Tamara Mordacci, cercanos a los ministros Marcelo Lima y Daniel Olivares Yapur, también fueron promovidos. Mordacci, además, tiene un vínculo familiar con el excoordinador de Gabinete de la Municipalidad de la Capital, Sergio Mordacci, quien es su tío. La joven ocupará el cargo de Oficial Superior Técnico de Primera.
El caso que desencadenó el debate fue el de Eva Graciela De Sanctis Sánchez, ascendida al cargo de Secretaria del Ministerio Público de Primera Instancia, con rango de funcionaria y una remuneración destacada. Según fuentes internas, la profesional habría escalado varias categorías con inusual rapidez.
El hecho de que su propio padre, Guillermo De Sanctis, firmara la acordada de ascensos generó críticas no solo por su legalidad, sino por la ética de su decisión en un contexto donde la sociedad muestra rechazo hacia el nepotismo.
La Corte de Justicia tiene potestad para realizar ascensos bajo criterios de evaluación y discrecionalidad, lo que no necesariamente implica ilegalidad. Sin embargo, el trasfondo ético de estos nombramientos, sumado al vínculo de muchos beneficiarios con figuras de poder, ha generado descontento.
Entre los casos más llamativos se encuentra el de María Agustina Martín Rudolph, hija del director de Recursos Humanos, Maximiliano Martín. La joven fue ascendida a Jefa de Departamento. También figura Nicolás Medina Guardia, hijo del excortista Ángel Medina Palá, quien tiempo atrás renunció a Tribunales porque no le gustaba el trabajo, pero ahora retorna al sistema con un puesto de mayor jerarquía.