El índice de precios al consumidor en la Ciudad de Buenos Aires registró en julio una suba del 2,5%, con lo que marcó su segunda aceleración consecutiva, impulsado sobre todo por los aumentos en servicios (3,3%) y en los bienes estacionales (9%). En lo que va del año, la inflación porteña acumula un 18,1%, mientras que la variación interanual se ubicó en 40,9%.
El mes de junio la inflación en CABA había marcado un 2,1%, después de llegar al registro más bajo en mayo cuando midió 1,6%. De esta manera, son dos los meses consecutivos en donde el índice registra una suba, en este caso de 0,4 puntos potenciales (p.p) a nivel mensual. No obstante, esa suba no parece estar impulsada por el aumento que el dólar experimentó a lo largo de julio, donde subió un 14%.
El aumento parece estar explicado por los rubros que subieron en el séptimo mes del año, como el de restaurantes y hoteles, con un incremento de 5,3%. En ese caso, influyó el alza de tarifas en alojamientos turísticos por el receso invernal y al incremento de precios en restaurantes, bares y locales de comida. Según el informe que difundió hoy el Instituto de Estadística y Censos de CABA (IDECBA), la suba responde a “los incrementos en las tarifas del servicio de alojamiento en hoteles por motivos turísticos” y “en los precios de los alimentos en restaurantes, bares y casas de comidas”.
La división vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles aumentó 2,3%, a raíz de subas en los alquileres y en las expensas. En tanto, el rubro transporte registró un alza del 3,6%, impulsado por los mayores precios de los pasajes aéreos, combustibles y colectivos.
En el caso de alimentos y bebidas, la variación fue del 1,8%, con subas destacadas en verduras, tubérculos y legumbres (6,9%), carnes y derivados (1,2%) y pan y cereales (1,6%). Por su parte, recreación y cultura subió 3,6%, debido al encarecimiento de los paquetes turísticos.
Mayor presión de los servicios frente a los bienes
Durante julio, los bienes mostraron una suba del 1,2%, mientras que los servicios treparon 3,3%. En los primeros, pesaron al alza los aumentos en alimentos y combustibles, aunque la baja de precios en indumentaria compensó parcialmente. En cambio, los servicios se vieron impulsados por la temporada alta en hotelería, gastronomía, alquileres y turismo.
En el acumulado de los primeros siete meses del año, los bienes aumentaron 12,5% y los servicios 21,8%. En términos interanuales, ambas categorías mostraron una desaceleración: los bienes subieron 26,7% interanual (2,9 puntos menos que el mes anterior) y los servicios 50,9% (4,4 puntos por debajo del registro previo).
Estacionales: la categoría que más subió en el mes
La agrupación de estacionales promedió una suba del 9%, impulsada por el impacto de las vacaciones de invierno, que encarecieron los alojamientos y los paquetes turísticos. La baja en prendas de vestir ayudó a moderar parcialmente la suba de este grupo.
Por último, los precios regulados crecieron 2,1%, producto de ajustes en medicina prepaga y combustibles para uso doméstico. También incidieron los aumentos en el boleto de colectivo urbano y en los aranceles escolares.
¿Qué inflación a nivel nacional espera el Banco Central?
La inflación estimada por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central fue del 1,8% para julio, en un mes en el que el dólar registró una suba cercana al 14%.
De acuerdo con el informe publicado este miércoles por la autoridad monetaria, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a julio se ubicaría en 1,8%, apenas una décima por encima de la proyección difundida el mes anterior. El dato oficial será dado a conocer por el Indec el próximo miércoles 13.
Esto sugiere que la reciente suba del tipo de cambio no habría tenido un traslado directo e inmediato a precios, o al menos, no en una magnitud cercana a la variación del dólar.
“El consenso de pronósticos muestra una baja generalizada en las proyecciones de inflación para los próximos meses, con registros mensuales que se mantienen siempre por debajo del 2%”, señala el informe del BCRA.
En comparación con el relevamiento anterior, se observan ligeros aumentos de una décima en las proyecciones de inflación de julio y agosto. A partir de septiembre y hasta enero de 2026, las estimaciones se mantienen estables, en una banda que oscila entre 1,5% y 1,7% mensual.
En cuanto al tipo de cambio, los analistas prevén que el dólar alcance los $1.315 en agosto de 2025. Para diciembre, la expectativa es que se ubique en torno a los $1.405.