La Cámara de Diputados definirá quién se quedará con el cargo que concentra más poder de San Juan. El Fiscal General fija la política criminal, es el presidente del Tribunal Electoral, tiene más de 600 empleados a su cargo y puede designar personal. Este es el partido que juegan los legisladores, un partido en donde la rosca y cada voto vale oro porque el oficialismo tiene una mayoría construida a fuerza de puentes –no todos permanentes-. El reemplazante está entre los tres elegidos por el Consejo de la Magistratura: Guillermo Baigorrí, Rolando Lozano y Matías Senatore.
   
    No hay demasiado misterio. El oficialismo tiene un preferido, es Baigorrí. Fue diputado nacional y presidente del partido Producción y Trabajo, el partido que actualmente conduce el gobernador Marcelo Orrego. El propio Roberto Basualdo lo definió como su “hermano político”. Es el candidato del interbloque que actualmente representa al gobierno provincial, conformado por 12 diputados. A esta nómina se le podría sumar al angaquero Marcelo Mallea, que viene votando con el oficialismo, pero por el momento desde su círculo no confirman con vehemencia que bendecirá a Baigorrí. 
   
    En el peronismo, bloque un poco más compacto después de las elecciones del 26 de octubre, impulsan a Rolando Lozano; el único de los tres que fue votado por unanimidad por el Consejo de la Magistratura y actual secretario relator del Ministerio Público Fiscal. El uñaquismo tiene las fichas puestas en Lozano. Desde el núcleo giojista no dicen demasiado, aunque adelantaron que la intención es votar con el interbloque peronista. La pista es clara.
   El dato que trascendió y que irá en contramano de lo que votará su bloque lo tiene como protagonista a Eduardo Cabello, líder también de la CGT. El hombre le dará su bendición a Baigorrí. ¿Por qué? Porque se llevan muy bien, son amigos desde hace años y cree que es la persona con más experiencia para el cargo. Al menos es lo que dejó entrever su entorno, pero lo dejó entrever con tanto ahínco que es evidente que el mensaje es que se sepa. En el pasado, Cabello faltó a la votación del RIGI.
   Dentro del peronismo, hay un grupo de legisladores que se han mostrado solidarios con el oficialismo con las iniciativas importantes. Uno de ellos es el calingastino Jorge Castañeda, quien votaría a Matías Senatore, bajo el argumento que son coterráneos. Pero hay ánimo de negociación con todos: oficialismo y peronismo.
   Otro legislador solidario es Franco Aranda, del Frente Renovador. Puertas adentro dice que el objetivo es “equilibrar poderes” dentro del Poder Judicial: no quieren que todo el poder lo concentre el uñaquismo. Lo mismo no apuntan a ninguno. La posición de Aranda tiene un trasfondo reciente: luego del triunfo de Cristian Andino, el massista siente que tiene la posibilidad de abrirse camino en el peronismo nuevamente. “Con Andino se puede charlar, lo que no pasaba con Gioja y Uñac”, agregaron. Todo bien por aquí, todo bien por allá.
 Omar Ortiz le reporta al misterio, un camino que elige seguido dentro del recinto. El vallisto representa una incógnita. Votó en el pasado con el oficialismo provincial y hay rumores que lo acercan a ser protagonista de un pase al orreguismo. En las elecciones del 26 le fue bien. Y tiene ese pergamino. Su voto podría ser clave para que el oficialismo provincial logre meter a Baigorrí.
   Finalmente, el bloquismo, socio del oficialismo que llevó al tercer candidato pero que no reportó una gran cosecha electoral en las urnas de Zonda e Iglesia –éste último incluso lo perdió el oficialismo-. En el partido de la estrella interpretan que ellos pagaron de adelantado y con cuatro votos. Nada más y nada menos, en un contexto de mayorías necesariamente construidas. Sobre la votación para fiscal, las fuentes se encargan de decir que la propuesta bloquista sería Senatore, una tercera posición bastante cómoda. Pero lo cierto es que el objetivo sería abrir otro círculo rosquero que les permita conseguir una ganancia por la valía de su aporte.
  En medio de tanta especulación, la terna fue a parar a la Comisión de Justicia, presidida por la oficialista Marcela Quiroga. Es ella quien debe citar a los candidatos para entrevistarlos y, recién ahí, la terna bajará al recinto para que cada uno de los diputados vote. Y para esa votación, el terreno es gelatinoso.