El apagón masivo que afectó a medio país, incluido San Juan el 1 de marzo, generó un cruce inusitado entre el EPRE (Ente Provincial Regulador de Electricidad) y la principal distribuidora de la provincia, Energía San Juan. El dilema que los enfrenta es quién pagará los costos de cientos de heladeras, computadoras, motores y equipos de aires que se dañaron por las oscilaciones bruscas de tensión que provocó el apagón en San Juan.
Al otro día del corte eléctrico masivo, el gerente general de Energía San Juan, Eduardo Tejada; salió a anunciar rápidamente por los medios radiales que a la distribuidora no le corresponde responder económicamente por las roturas, porque la falla se produjo a más de "mil kilómetros".
Pero en el EPRE no están dispuestos a que la empresa mire al costado: el vicepresidente del organismo contralor, Roberto Ferrero; indicó este martes en Tiempo de San Juan que la distribuidora sí debe hacerse cargo de las roturas. Es más, dijo que en caso de insistir en que no tiene responsabilidad, debe acreditar con pruebas fehacientes su argumento. ‘’En caso de dudas, la decisión que dicte el EPRE corre a favor del usuario”, dijo el directivo.
La última novedad es que ayer desde Energía San Juan evitaron salir a polemizar con el organismo que la controla, y se llamaron a silencio. Pero en voz baja desde los pasillos de la compañía de capitales chilenos insisten en su postura de que el apagón se trata de un caso ajeno a su responsabilidad, y que no pagarán los arreglos de los aparatos que se quemaron con el corte. Los técnicos de la distribuidora en estos momentos se encuentran recabando documentación para sostener su posición, y en el EPRE están esperando los primeros expedientes donde la empresa deslinde responsabilidades. Todo indica que de seguir esas posturas irreconciliables será la justicia quien lo dirima.
En medio de ese tironeo, siguen lloviendo en las oficinas de ambas entidades las denuncias de usuarios sanjuaninos que perdieron sus aparatos por el corte masivo de principios de mes. Habían más de 300 reclamos en la primera semana entre ambas dependencias, y se seguirán recibiendo más por un plazo “razonable”, dicen en el EPRE.
Pero mientras se dirime la pulseada entre la distribuidora y el organismo que la regula, cientos de sanjuaninos están enojados porque se quedaron sin heladera o sin equipo de aire en medio de la persistente ola de calor por un evento del que no tienen la culpa. El trámite, y la espera sobre todo de los resultados; es engorrosa y desalienta a los usuarios. Por eso hay muchos que están afrontando un gasto impensado en reparaciones o compras, cuando los bolsillos están flacos y la inflación sigue imparable, sin saber quién se hará cargo de las facturas.