El presidente Mauricio Macri, entrevistado en una señal de noticias en su Quinta Los Abrojos, tocó diversos temas de la coyuntura nacional. Entre ellos estuvo la relación con la UCR, cuyo presidente Convencional, Gastón Manes, señaló que es el partido centenario el que tiene los mejores candidatos de Juntos por el Cambio.
“Es lógico, ¿no? Todos quieren competir, y todos los curas quieren ser Papa. Es la naturaleza humana querer superarse y liderar. Lo importante es saber para qué queremos volver al poder, y que haya consistencia, coherencia, mucho diálogo dentro de la coalición, todas cosas que en el vértigo de 2015 no estuvieron”, dijo el ex presidente.
“Esta vez, la gente sí va a estar reclamando, no como en 2015, que había un mandato de cambio político, y no económico. Ahora aprendimos que hay una crisis muy dura, con mucha gente que la está pasando muy mal, y esto no termina porque estamos en manos de un desgobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que montó este cuento, y nos lleva sin rumbo y sin plan”, disparó.
Macri hizo referencia que vamos a una inflación del 100%, y volvió a avisar que tiene la fórmula para combatirla: “Esto se arregla yendo por lo básico, que la Argentina no arregla hace décadas, pero que habíamos logrado acomodar hacia 2019, que es no gastar más de lo que ingresa, y no robarle a la gente con impuestos que destruyen el empleo”.
Tras otras preguntas de rigor, el periodista comenzó a inquirir a Macri sobre su candidatura a presidente en 2023. El empresario eludió la respuesta concreta cuánto pudo. “Hoy estoy muy decidido a defender la República, defender el futuro que nos corresponde, por enfrentar las mafias y de esta gente que se cree dueña de nuestras vidas. No me siento en este momento en busca de aspiraciones personales; me siento, más que nunca, que quiero terminar con esta cosa de los privilegios”, respondió.
Finalmente dejo un párrafo que permite suponer que quizá no de la pelea por la presidencia. Hablando sobre los candidatos del espacio y cuanto le importaba que el próximo presidenciable de Juntos sea del PRO, Macri consideró que “creo que, más allá de los esfuerzos del radicalismo, es importante, porque las ideas modernas, disruptivas, abiertas, hasta ahora las hemos liderado desde el PRO. Ojalá ellos pongan candidatos que expresen esas ideas”.
“Pero el Pro tiene muy buenos dirigentes, muy buenos, y hoy han manifestado con claridad absoluta su vocación de ser candidatos Patricia y Horacio, y María Eugenia ha dicho que no lo descarta”, completó, levantando a sus supuestos competidores internos.
La decisión de Mauricio Macri puede ser de orden racional, una, y de orden sentimental, la otra.
La primera tiene que ver con que desde que coqueteó con su lanzamiento, raid mediático mediante, o sorprendiendo y manejando en la reunión de Gabinete de Rodríguez Larreta, o fotografiándose comiendo hamburguesas con Donald Trump, uno que quiere su revancha en la Casa Blanca, sus números no paran de bajar. En cambio, creció exponencialmente el apoyo popular a Patricia Bullrich, explosión que observa, estadísticamente congelado, el alcalde porteño.
La otra probable razón, de orden sentimental, fue revelado por un off de una compañera del periodista que entrevistó a Macri. Según afirmó, cuando colaboradores del equipo de prensa le preguntaron a Antonia Macri (Juliana Awada está de viaje) si quería volver a la Casa Rosada o a la Quinta de Olivos, la niña se puso seria y respondió, con cara de pocos amigos: “De ninguna manera, ni yo ni mi mamá queremos eso”.