Por San Juan eligió Capital para cerrar la campaña electoral rumbo a las elecciones del próximo 26 de octubre. El gobernador Marcelo Orrego mostró presencia en uno de los distritos electorales más grande de la provincia, junto con sus candidatos a diputados nacionales Fabián Martín, Laura Palma y Federico Rizo, y con el escenario repleto del equipo de gobierno: ministros, diputados y demás funcionarios. ¿El denominador común de todos los discursos? Un fuerte mensaje con miras hacia el 2027.
Orrego denominó las elecciones del próximo domingo como “la primera prueba” de su gestión, después de 20 años de esperar gobernar San Juan. En este sentido, lejos de ser el final de algo, aseguró que este test es el comienzo de lo que viene.
“El domingo no termina nada, empieza otro proceso, porque en el 2027 vamos a ir por toda la provincia”, aseguró el mandatario. “El domingo no termina nada, empieza otro proceso, porque en el 2027 vamos a ir por toda la provincia”, aseguró el mandatario.
En el mismo sentido, Palma hizo referencia a que Por San Juan “es localía” en todos los departamentos, inclusive en Rawson. “En el 2027 vamos a ser gobierno en todos los departamentos que no somos gobierno, vamos a construir equipo en todo San Juan”, dijo.
Por su parte, Martín volvió a hacer referencia a la charla que tuvo con Orrego, cuando este le pidió que sea candidato, y contó que lo único que le pidió es que lo acompañara a la campaña. “Y lo está haciendo”, aseveró.
Cabe recordar que, durante la presentación de candidatos, el vicegobernador había contado que fue difícil tomar la decisión de dejar su puesto en el Gobierno de la provincia para ser diputado, en caso de ganar la elección.
La marea naranja, con pancartas y banderas
Hubo una gran movilización en los alrededores del Club Trinidad, con mucho merchandising de color naranja, el elegido para esta campaña. Tal como sucedió en la presentación de candidatos, cada uno de los equipos de los departamentos estuvieron identificados con carteles y pancartas. Además, la remera naranja fluorescente se volvió un clásico: casi todos los militantes la tenían puesta.