Patricia Bullrich no parece estar dispuesta a “aguantar más hipocresía” dentro de la interna de Juntos por el Cambio. Harta de que “me digan una cosa cuando estamos frente a frente y después salgan a decir lo contrario”, apuró a Horacio Rodríguez Larreta, el alcalde de la Ciudad de Buenos Aires.
Larreta, el otro presidenciable del espacio (si no se representa Macri, la candidatura se definirá entre él y Bullrich), había sufrido la furia de la ex ministra de Seguridad días atrás por interpósita persona, cuando ésta le dijo a Felipe Miguel, el jefe de Gabinete porteño: “No me cruces más en la televisión porque te voy a romper la cara. Conmigo no se jode, te aviso”.
Bullrich defendió su reacción, y redobló: “No voy a pedir disculpas, disculpas me tienen que pedir a mí, por acusarme de ser funcional al kirchnerismo” por criticar un operativo de Seguridad de la policía metropolitana.
Ahora, ante la embestida del larretismo tras la difusión viral del video del entredicho, Bullrich fue más al frente: “Si yo debato con Horacio no es lógico que luego aparezcan segundas o terceras líneas como el chico este (en referencia a Miguel) a decir cualquier cosa”, precalentó, y disparó: “Que Larreta discuta conmigo y no mande a sus soldaditos”.
Rodríguez Larreta, que sabe que su aspiración presidencial necesita de un Juntos por el Cambio unido, buscó bajarle el tono a la polémica. “(Juntos por el Cambio) no se va a separar, estamos trabajando juntos. Es la primera vez desde la vuelta de la democracia que, con el peronismo en el Gobierno, ahora llamado kirchnerismo, la oposición se ha mantenido unida, y vamos a seguir unidos, con todas las tensiones que puede haber”.
“Bien manejada, la diversidad enriquece, es lo que nos va a permitir construir una Argentina nueva, de cambio. Terminemos con las divisiones internas”, dijo.
Pero como si le faltara nafta a ese fuego, el líder del espacio, Mauricio Macri, tomó partido por la que, si él no juega, será su candidata: "Son conflictos lógicos entre seres humanos", dijo, bajándole el precio a los reclamos larretistas sobre urbanidad.
Otro macrista de pura cepa, Federico Pinedo, también apoyo a Bullrich: "Patricia estaba enojada y hay que tratar que estas cosas no pasen, pero a veces pasan. Para la presidenta del PRO que le digan que es funcional al kirchnerismo es grave. Patricia tiene carácter, pero es una abuela, es poco probable que termine en violencia".
Además, consideró que el próximo gobierno “tendrá pocas balas en la recámara, no queda margen para errores, hay que hacer las cosas bien de entrada y Patricia tiene lo necesario para eso".