Se dio un paso fundamental para arrancar con la construcción del dique El Tambolar luego de haber comenzado con el desvío del Rio San Juan. Con este cuarto dique sobre el Río San Juan surgió la pregunta sobre el otro proyecto que quedó en el tintero. Se trata de La Palca, la presa destinada a aprovechar el río de nombre homónimo, en Iglesia. Consultado sobre este embalse, el gobernador Sergio Uñac dijo que el proyecto está casi listo pero “ven muy complicado” conseguir el financiamiento.
El Gobernador informó que el costo de La Palca es de unos 200 millones de dólares, la cuarta parte de lo que se invertirá en el dique El Tambolar. La construcción de este embalse se financia con un fideicomiso constituido con recursos provenientes de la venta de la energía generada por los diques de Ullum, Caracoles y Punta Negra.
El Tambolar es una de las obras más importantes en cuanto a financiamiento que se está ejecutando en el país. El presupuesto para construir un nuevo dique sería la primera y gran traba para pensar en La Palca como una realidad. Lo mismo Uñac aclaró que el objetivo es tener listo el proyecto para ser presentado y gestionar los fondos en las puertas que haya que tocar.
El río La Palca es el que marca el límite sudoeste de la zona Núcleo de la Reserva de la Biosfera San Guillermo, área donde no está permitida ninguna actividad. Esto determinó que las obras necesarias para este aprovechamiento hidroeléctrico deban realizarse en el margen derecho del río (en el sentido del agua) que es zona de amortiguación y donde se permiten prácticas humanas de bajo impacto.
Si bien el río tiene un volumen chico, tiene un gran salto de agua. Los diques existentes tienen saltos importantes, pero comparado con salto de La Palca son mucho más chicos. Este río tiene un salto útil de 500 metros a casi a 3.000 metros de altura. La capacidad de generación depende del caudal y del salto útil aprovechable.
El río La Palca es 8 veces más chico que el río San Juan y se puede alcanzar una generación media anual similar a la de Ullum, unos 40 MW, eso es 3,5 veces superior a lo que genera Cuesta del Viento que aprovecha todo el río Jáchal.
Los primeros cálculos de los ingenieros acuerdan en que esta obra no tendrá presa de embalse como los diques existentes. El río corre por una pendiente fuerte, encajonada, donde el ancho no es considerable y con esas pendientes muy elevadas no podríamos generar un reservorio de importancia. Por eso los profesionales pensaron en otro tipo de presa que se denomina azud y que sirve para derivar agua, es una barrera para guiar el agua del río.