El ex jefe del Ejército César Milani declaró hoy ante el juez federal Daniel Rafecas en Comodoro Py por la causa de presunto enriquecimiento ilícito. Su designación al frente de las fuerzas siempre fue cuestionada. Juan Manuel Pedrini, diputado del Frente para la Victoria, estuvo presente en el piso de Intratables y defendió su nombramiento. Indignada por la defensa, Victoria Donda cuestionó, casi a los gritos, esa decisión del gobierno kirchnerista y se quebró hasta las lágrimas.
Visiblemente conmovida al recordar el nombramiento, Donda contrastó esto con el acto que encabezó Néstor Kirchner el 24 de marzo de 2004 en la puerta de la ESMA y explicó: "Fue ahí que decidí hacerme el análisis de ADN porque en ese acto pensé que si una mina más joven que yo me tuvo ahí adentro, por lo menos merece que la conozca; y resultó que era mi mamá".
Según la diputada nacional, Néstor Kirchner había asumido en un contexto complicado dado que había "perdido ante Menem y necesitaba un plafón político", que obtuvo "parándose encima de las reivindicaciones" de quienes pedían la anulación de la Ley de Obediencia de Vida y Punto Final y el enjuiciamiento de los "genocidas".
De esta manera, Donda denunció que "poniendo a Milani al frente del Ejército borraron con el codo lo que escribieron en la historia con la mano. Es como haber levantado el cuadro de Videla que Néstor bajó ese día. Ustedes le dijeron a la política y a la sociedad argentina: 'vos podés secuestrar, torturar, robar bebes y apropiártelos que si sos mi amigo no pasa nada'".
Finalmente, la representante del movimiento "Libres del Sur" destacó que en ese entonces -"cuando me llamaba, o pensaba que me llamaba, de otra forma"- junto a otras personas iba a donde vivían los militares "que no eran enjuiciados por una justicia argentina que les dio impunidad por 30 años y les decíamos a los vecinos 'acá, vive un asesino'. Sin ninguna prueba ni condena, les decíamos a esos militares: 'usted, no puede ser diputado' y ustedes lo pusieron al frente del Ejército. Entonces, loco, a hacerse cargo de los errores propios".
Fuente: La Nación