Cuatro presos del penal de Chimbas tendrán que rendir cuentas por las incontables violaciones contra un compañero de pabellón. El caso es estremecedor porque su víctima soportó esos ataques sexuales en silencio durante cuatro meses hasta que se animó a denunciarlos y eso es lo que intentará probar la Unidad Fiscal de Delitos Especiales que este martes formalizará la acusación y pedirá el juicio para los cuatro imputados.
La dramática historia de este preso de 30 años revela los vejámenes sobre lo que muchos cuentan, y pocas veces llegan a la Justicia, y que ocurren puertas adentro de los pabellones de las cárceles. En este caso, el fiscal Adrián Riveros y el ayudante fiscal Sebastián Gómez creen tener pruebas suficientes para enjuiciar y condenar con hasta 15 años de prisión a los internos Claudio Alejandro “El Colo” Jofré (46), Javier Antonio “Robel” Robles (43), Carlos Ángel Ezequiel “El Chupetón” Gorosito (33) y Nicolás José “Gallina” o “Pelado” Sarmiento (25) por los delitos de abuso sexual con acceso carnal reiterados y amenazas coactivas. Hay un quinto implicado que no fue identificado.
Estos cuatro presos tenían amenazado a su compañero de pabellón, pero las violaciones a cualquier hora del día no paraban. Fue así que se cansó, decidió pedir ayuda y los denunció en la Seccional 30ma el 28 de noviembre de 2021. A partir de ese momento tomó intervención el fiscal Adrián Riveros con el equipo de la Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos Especiales y dispuso que lo trasladaran a otro sector y se le practicara todos los exámenes médicos.
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Los otros dos sospechosos. Claudio Alejandro Jofré y Javier Antonio Robles, otros de los acusados en la causa penal.
Este interno relató que los abusos sexuales se sucedían desde hacía cuatro meses. Cuando llegó fue alojado en la celda 14 del pabellón 2 del Sector 2, en el llamado sector de abusadores, dentro del Servicio Penitenciario Provincial. Sus compañeros de celda eran Claudio Jofré y Javier Robles, los mismos que a las pocas semanas empezaron a violarlo, denunció.
Hacían valer la fuerza, así lo tenían dominado y lo obligaban a hacer lo que a ellos se les ocurría. Jofré fue el primero que lo violó, después estos ultrajes se tornaron una costumbre, de acuerdo a la causa. Lo sometía cuando Robles salía a cumplir las tareas de fajina durante las mañanas, incluso después de haber tenido visita intimas con su mujer, señaló.
Al tiempo Robles también comenzó a violarlo en forma reiteradas en las noches o cuando Jofré no estaba, aseguró. Cada vez que sucedían estos ataques sexuales cerraban la puerta del calabozo y subían el volumen del televisor que tenían allí adentro para que los otros internos no los escucharan, denunció el reo.
La víctima reveló que no eran los únicos, hay otros tres presos del mismo pabellón 2 que lo violaban cada vez que iba a bañarse. El reo abusado contó que esos ataques se daban a cualquier hora del día cuando lo encontraban en la ducha. Los ultrajes de todo tipo se repitieron y sucedían casi a diario, contó. La perversión de estos reos era tal, que mientras lo violaban les escuchaba decir que “les gustaría que tenga un bebé, que quedara embarazado de uno de ellos”, según declaró en la causa.
Todas esas humillaciones debió soportar este interno del penal de Chimbas. Ahora, el fiscal Riveros y el ayudante fiscal Gómez buscaran que los cuatro acusados vayan a juicio. En el caso de Gorosito, también es mencionado en los ataques sexuales contra otro interno.