Un muchacho que había caído preso por desorden se escapó de manera insólita del interior de una dependencia policial de Santa Lucía. El detenido pidió permiso para ir al baño y, cuando ingresó a los sanitarios, se escabulló por una ventana tipo tragaluz. Horas más tarde lo capturaron.
El revuelo se armó este lunes al mediodía en la Subcomisaría Este de Santa Lucía, en proximidades del barrio Colón. El protagonista de la fuga fue Javier Emanuel Molina, quien con su escape desató el alboroto en esa dependencia y la rabia de la cúpula de la Policía de San Juan.
Fuentes policiales señalaron que Molina había sido detenido por una falta contravencional de desorden en la vía pública y quedó alojado en esa subcomisaría. Como esa dependencia no cuenta con calabozos, lo dejaron en una oficina a la vista del encargado de los contraventores.
Pasadas las 11.30, Molina pidió permiso para hacer sus necesidades y el agente que lo custodiaba lo llevó al baño. El detenido ingresó y se encerró. Sin embargo, pasaban los minutos y no salía. El uniformado golpeó la puerta, y al no obtener respuesta entró por la fuerza y confirmó que el preso ya no estaba.
Según las fuentes, el sujeto escapó por la pequeña ventana, tipo tragaluz, que daba a una de las calles adyacentes. En ese momento se dio la alerta y comunicaron la situación a los jefes policiales y a las demás dependencias.
La tensión se extendió por horas, hasta que los mismos policías de la Subcomisaría Este allanaron algunos domicilios que Molina frecuentaba. En uno de ellos, en el barrio Noroeste de Santa Lucía, lograron recapturarlo, según confirmaron fuentes judiciales. De la fuga ya estaban al tanto los funcionarios de la UFI Delitos Especiales, de modo que no se sabe qué va a pasar con las actuaciones preliminares.