Un médico del Hospital Rawson afronta un juicio por mala praxis, sospechado por la muerte de una bebé ocurrida en julio de 2022. Se trata de Dante Carlos Cabrera, un pediatra que atendió a la criatura, la despachó a su casa y al día siguiente falleció. Tras ser denunciado en la Justicia, los fiscales de la UFI de Delitos Especiales investigaron el caso y hallaron elementos suficientes no sólo para acusarlo por homicidio culposo, sino también para llevarlo al proceso que se dirime desde este lunes.
El fiscal Iván Grassi sostiene la acusación por negligencia o impericia en su profesión, puesto que se estima que no cumplió con el protocolo cuando asistió a la menor que murió por un grave cuadro de neumonía y la disminución de las defensas de su organismo. Es por esa razón que el funcionario del Ministerio Público anticipó que solicitará, durante los alegatos, la pena de 3 años de prisión condicional.
Según consta en la denuncia del expediente, los padres de esa beba de apellido Salina Santana aseguraron que, la madrugada del 29 de julio de 2022, llevaron a la chiquita a la guardia de pediatría del nosocomio y, luego de hacerle estudios, el imputado la observó, le recetó unas pastillas de Amoxidal 500 y se la entregó para que la llevasen a su casa. Al día siguiente fallecería.
En base a esos estudios, se sospecha que debió haber ordenado la inmediata internación de la beba. Pero no lo hizo. El cuadro infeccioso pulmonar avanzó y la nena empeoró en las horas siguientes. El 30 de julio a la madrugada, los papás concurrieron desesperados al Hospital Marcial Quiroga y la médica que los atendió notó que la nena estaba muy grave. Ahí dispusieron llevarla urgente a pediatría del Rawson, pero la beba murió en la ambulancia mientras iban en camino.
Lo que los investigadores de la instrucción coincidieron es que el médico Cabrera no se ajustó al procedimiento y que debió internar a la niña a partir de esos estudios que indicaban que presentaba un cuadro delicado. Fue por ello que quedó imputado y, al cabo de un año de investigación, la causa fue elevada a juicio.
Por todo ello, la fiscalía buscará que se lo castigue con 3 años de prisión en suspenso y 10 años de inhabilitación por homicidio culposo, es impericia o negligencia, lo que, comúnmente, se conoce como mala praxis. Este jueves declarará un último testigo y, tras la incorporación de prueba documental, se prevé que el próximo viernes se lleven adelante los alegatos.
La defensa está representada por Federico Aguiar, mientras que la querella es encarnada por Yamila Piozzi, en representación de la familia de la presunta víctima. Por su parte, el juez de Garantías que participa del proceso es Guillermo Adárvez, quien evaluará las posturas desarrolladas en el debate y dictará sentencia.