La tranquilidad de Villa Elisa, en Pocito, volvió a quebrarse recientemente. La Unión Vecinal del barrio, situada en Calle 11, sufrió un nuevo hecho delictivo: esta vez, delincuentes arrancaron y se llevaron los inodoros de los sanitarios de la sede, dejando las instalaciones inutilizables.
Este episodio se suma al ataque que la institución enfrentó en septiembre, cuando ladrones accedieron al edificio —sin romper puertas ni ventanas— y escaparon con una suma millonaria en pesos y dólares guardada en una caja fuerte. Ese dinero estaba destinado al pago de haberes y servicios, lo que generó una fuerte preocupación entre los vecinos.
Pese a las denuncias realizadas en ambos casos, las investigaciones policiales aún no arrojaron resultados concretos y no hay detenidos. Desde la entidad barrial expresaron su malestar porque, a dos meses del primer golpe, el lugar vuelve a quedar en la mira de los delincuentes, justo en el acceso a Villa Aberastain, donde diariamente circulan decenas de familias.