Se acercan horas decisivas para el pastor evangélico y exmiembro del Ejército acusado de violar a una miembro de su Iglesia. Este miércoles se escucharon los alegatos y la fiscalía como la querella cargaron contra el religioso y ratificaron el pedido de pena de 9 años de cárcel. La defensa sostuvo que él no puede tener sexo, entonces es imposible que hubiese abusado de la presunta víctima y pidió la absolución.
Para este jueves se espera que Luis Higinio Arguello, el acusado, diga sus últimas palabras. Después, el juez de garantías Javier Figuerola resolverá si lo declara culpable o no. El pastor y exmilitar, un neuquino de 68 años, está acusado del delito de abuso sexual con acceso carnal.
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La acusación. Los fiscales Roberto Ginsberg y Eduardo Martínez buscan que el acusado sea condenado.
Para los fiscales Roberto Ginsberg y Eduardo Martínez existen pruebas para dar por acreditado que el 18 de septiembre de 2022, Arguello invitó a la víctima a la cabaña en la que se hospedaba en la calle Morón en Marquesado, Rivadavia. La mujer pidió verlo, aprovechando su visita en San Juan, para que la asesorara en unos talleres que planeaba dar en su Iglesia Evangélica.
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La querella. La que promovió la acción penal contra el pastor fue la abogada querellante Sandra Leveque (a la derecha).
La mujer denunció que el hombre la citó en horas de la noche y en ese encuentro comenzó a hacerle insinuaciones, la acosó verbalmente hasta que la tomó por la fuerza y la sometió sexualmente. Más tarde llevó a la mujer a su casa. Al otro día él la llamó y la buscó para pedirle disculpas. Ella nunca se repuso, estuvo con depresión durante un par de semanas hasta que recurrió a una psicóloga y a un pastor para pedirles ayuda. Eso la animó a denunciar.
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Los defensores. Arguello junto a uno de sus defensores, el abogado Leonardo Villalba. El codefensor es José Beltrán.
Por todo esto la fiscalía y la abogada Sandra Leveque, la querellante, van en busca de la condena de Arguello y reiteraron el pedido de 9 años de cárcel. Los abogados José Beltrán y Leonardo Villalba, los defensores, solicitó la absolución del pastor y exmilitar. Para ellos el ataque sexual no existió, por una sencilla razón: no puede tener erección ni eyacular por una afección.