Empieza la arriesgada travesía al Cerro Mercedario para bajar el cadáver que fue encontrado el lunes último a 5000 metros de altura. La expedición estará conformada por personal de la UFI de Delitos Especiales, policías y gendarmes especializados en alta montaña junto a baqueanos de la zona de Calingasta. Hay expectativas en torno al caso, pues quieren dilucidar si se trata del cuerpo del andinista alemán Andreas Colli que desapareció en 2002.
Lo confirmó el fiscal Iván Grassi, quien está a cargo del contingente que este viernes parte a Barreal. Lo acompañará personal de la Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos Especiales. La Policía de San Juan aportó toda la logística, además de los hombres del GERAS para emprender el ascenso, explicaron. Al grupo también se le sumarán algunos gendarmes y civiles que conocen la zona.
El plan es realizar una reunión en Barreal este viernes 27 de enero para ajustar detalles y evaluar las condiciones climáticas con la idea de que la expedición salga el sábado a primera hora de la mañana. El objetivo es llegar a la pared sur de la montaña, a 5000 metros de altura, adonde un grupo de andinistas norteamericanos y argentinos encontraron esos restos humanos el lunes 23 de enero.
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El desaparecido. Andreas Colli tenía 37 años cuando desapareció en Calingasta en 2002.
Esos montañistas aseguraron que era un cuerpo humano con ropa de andinista, según fuentes judiciales. Son restos de vieja data, pero su prenda generó intriga y abre la posibilidad de que sean los restos del alemán Andrea Colli. El mismo fiscal Grassi explicó que, de acuerdo a los registros, es la única persona pérdida en esa zona que aún no fue encontrada. No hay denuncias de otro andinista o baqueano desaparecido en ese lugar.
El andinista alemán desapareció el 14 de diciembre de 2002. Lo vieron por última vez en Barreal cuando supuestamente partió para iniciar el ascenso al Cerro Mercedario. Debía regresar el 21 de ese mes, pero jamás lo volvieron a ver. Se dijo que pudo tener un accidente y su cuerpo quedó sepultado por la nieve, pero también se instaló la teoría de que fue víctima de un asesinato. Incluso circuló la versión que lo atacaron en el mismo poblado de Barreal y que el móvil fue el robo.
La familia del andinista alemán siempre sostuvo que lo asesinaron, pero nunca se halló una pista concreta para respaldar esa hipótesis.
De él, sólo se pudo encontrar una mochila que apareció 4 años después en una de las paredes del cerro. Tiempo después, en febrero de 2014, otros andinistas hallaron un pequeño bolso impermeable con la documentación de Colli: su pasaporte, el permiso para escalar, un certificado de vacunas y otra documentación de la Aduana.
La familia de Colli siempre insistió que el andinista de 37 años fue asesinado y así lo manifestaron en una carta que hicieron pública a través de TIEMPO DE SAN JUAN en 2017. En la misma plantearon su hipótesis y cuestionaron a la investigación judicial. El caso es un gran misterio que, de confirmarse que los restos hallados pertenecen al alemán, puede develarse.