Modelo muerta en México, el novio en la mira y sus similitudes con dos casos sanjuaninos

El femicidio de Celeste Luna, la joven que fue asesinada por su novio policía, se asemeja al caso que tomó relevancia en los últimos días, sobre todo por la intervención de Cancillería. Es que los familiares de Agostina Jalabert, la chica de 31 años que vivía en Playa del Carmen, desconfiaron de la versión del suicidio por la tormentosa relación que mantenía con su pareja y pidieron que se investigara la comisión de un femicidio, algo que ocurrió con el hecho ocurrido en Villa Hipódromo.

Los padres de Celeste no pudieron creer que su hija se había quitado la vida con el arma reglamentaria de su compañero, tal y como lo había relatado Mathías Mallea que, además, contó que quiso salvarla y tras un forcejeo se escapó el disparo letal. Mientras despedían los restos de la joven de 21 años, las sospechas pensaron tanto que su cuerpo regresó a la Morgue Judicial y fue sometido a una nueva autopsia que reveló el crimen.

El resto de la historia es conocida: el uniformado fue detenido y, a pesar de que siempre negó el hecho, fue condenado por el femicidio de su novia a prisión perpetua. La justicia determinó que en medio de una discusión con Celeste, a la que celaba y controlaba de manera constante, sacó su pistola y directamente la ejecutó.

Otro caso similar que cobró relevancia y tuvo a un sanjuanino involucrado fue el del psicólogo Ariel Moya Rubinow. Si bien su pareja no fue asesinada, puesto que terminó internada en grave estado en un hospital de Mendoza, tras presentar marcas en el cuello, el profesional que inmediatamente quedó en la mira aseguró que su novia se había querido matar, incluso le contó a las autoridades que la encontró colgada en la puerta del placard.

Como la muchacha se encontraba inconsciente, por un tiempo, el docente y estudiante de la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Cuyo se salió con la suya al salir del foco de los investigadores, pero cuando la joven salió del coma directamente lo incriminó. “Me quiere matar, me quiere matar”, sostuvo.

Por eso, Moya Rubinow quedó detenido y fue sometido al proceso judicial que finalmente lo castigó. Aunque no se pudo probar la tentativa de femicidio que el Ministerio Público de la vecina provincia alguna vez lo planteó, el profesional de alta exposición en las redes sociales fue penado a 3 años de prisión en un juicio abreviado.

En ese acuerdo de su defensa con fiscalía, el imputado confesó que no había intentado matar a su novia, sino que se trató de un accidente cuando realizaban una práctica sexual, denominada 'bondage', que consistía en estrangular a su compañera. Dijo que por vergüenza no había dicho la verdad (inventó lo del suicidio) y, de esa manera, aceptó el castigo por el delito de lesiones graves agravadas por el vínculo.

El caso de la argentina muerta en México aún es un misterio y por ello la entidad que comanda Santiago Cafiero se metió en el tema y aseguró que los resultados de la autopsia le serán revelados a la familia que apunta contra el novio. Por el momento, lo que se sabe es que el joven se marchó de la ciudad costera y que todavía no está oficialmente sospechado del fallecimiento.