Posee un total de 23 cuentas bancarias a su nombre y solo en un mes realizó 340 transacciones sospechosas por montos abultados a supuestos reclutadores de “cuentas mulas” de San Juan y otras personas de Chaco, Córdoba y hasta de Buenos Aires. Lo que llama la atención es que ella tiene 22 años y, aunque dice que trabaja de niñera, la joven con cara de niña es la principal sospechosa de regentear a compradores de las llamadas “cuentas mulas” que después van a parar a estafadores informáticos.
Eleana Denisa Florenci Martínez fue detenida el lunes último en su casa del barrio Valle Grande, Rawson. El procedimiento fue realizado por el fiscal Pablo Martín y el ayudante fiscal Federico Pereyra, de la UFI Delitos Informáticos y Estafas, quienes la investigan por su supuesta vinculación con otra joven que cayó presa en mayo pasado, señalada como reclutadora de “cuentas mulas”, y su participación en al menos cuatro estafas virtuales.
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Esta es la joven detenida en mayo último y también imputada de estafas virtuales.
Este miércoles, Florenci Martínez fue imputada ante el juez de garantías Javier Figuerola de estafa en calidad de partícipe necesaria. Ella se abstuvo de declarar y el defensor oficial Hugo Trigo negó la autoría de esos hechos por parte de la joven de 22 años, aunque no se opuso a la apertura de la investigación penal preparatoria por el plazo de 1 años. Tras la audiencia, la chica recuperó la libertad, pero no puede salir de la provincia ni acercarse a la otra imputada y los damnificados, según dispuso el juez.
Creen que la joven es una pieza clave en el engranaje de las estafas virtuales, dado que supuestamente organizaba y comandaba a los reclutadores de “cuentas mulas”. Se sospecha que ella era una suerte de jefa y tenía bajo sus órdenes a Sheyla Sabrina López -hoy, también en libertad-, la otra muchacha detenida en Chimbas el 21 de mayo último.
López también quedó imputada como participe necesaria en el delito de estafas en 4 maniobras delictivas de este tipo, ocurridas entre abril y mayo de 2024. En uno de esos fraudes virtuales, una mujer perdió 5 millones de pesos. Ahora bien, en la investigación de esos hechos se determinó que los estafadores transfirieron el dinero de las víctimas a billeteras virtuales de otros sanjuaninos, todos jóvenes que desconocían de las maniobras.
Cuando se los citó, éstos declararon que abrieron esas cuentas virtuales por iniciativa de Sheyla López, quien les pagó para generar esas billeteras virtuales y luego les pidió sus datos personales y las claves. En otras palabras, esta última se apropió de esas cuentas que posteriormente aparecieron involucradas en estafas virtuales.
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El defensor oficial Hugo Trigo.
Así las cosas, creen que López era una reclutadora de esas llamadas “cuentas mulas” y que después se las pasaba a Eleana Florencia Martínez, quien finalmente introducía esas billeteras virtuales -a nombres de jóvenes incautos- al mundo ilegal de los verdaderos estafadores cibernéticos, según la imputación. Estos embaucadores utilizan esas cuentas para transferir el dinero producto de las estafas que cometen a diario, de esa manera no dejan huellas y no son identificados. Incluso, estiman que desvían el dinero de una a otra cuenta hasta que se les pierden los rastros. Por eso es difícil de llegar a dar con ellos.
López sería una reclutadora de “cuentas mulas” y Florenci Martínez una posible organizadora o receptora local de esas cuentas, pero ambas son, según la imputación, un eslabón medio dentro de esas organizaciones criminales diseminadas en todo el país y Sudamérica que necesitan y compran a granel billeteras virtuales a nombre de otros para cometer nuevas estafas.
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El juez de garantías Javier Figuerola.
A Florenci Martínez la señalan como regenteadora porque, según la fiscalía, hacía transacciones diarias de más 100 mil pesos diarios. Todavía no llegaron los informes bancarios, pero se detectó que la chica posee 12 cuentas en dólares y pesos a su nombre en bancos virtuales y otras 11 cuentas en casas bancarias tradicionales y en Tarjeta Naranja. Cuando le allanaron la casa en el Valle Grande, le secuestraron un IPhone y un celular Samsung de los de más alta gama. Además, llamó la atención el buen estilo de vida que llevaba, pese a que su familia no aparenta tener importantes ingresos y ella dice que trabaja de niñera.