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SUSCRIBITE La trama que representa el crimen en Las Chacritas se pone cada vez más interesante y, en un nuevo capítulo de la causa, trascendió que la académica acusada de asesinar a Marcelo Amarfil estaría embarazada o, al menos, pesa la duda en la mujer que permanece detenida en el Servicio Penitenciario.
Es que según indicaron fuentes allegadas a la investigación, Luciana Teresita Bustos solicitó a través de su defensa un test de embarazo para confirmar o descartar sus sospechas. Es por esa razón que la autoridades accedieron al requerimiento y se espera que, con el correr de las horas, se conozcan las novedades al respecto.
El dato que comentaron las fuentes podría estar vinculado directamente con la escena del crimen, dado que la fiscalía sostiene que los involucrados mantuvieron relaciones sexuales minutos antes del sangriento episodio. Entre todos los elementos que hallaron en el sitio habían esposas de cuero, antifaz, pastillas de "Viagra"; además de los restos genéticos de semen en el asiento del automóvil de Bustos.
Lo curioso, en ese contexto, es que no se encontraron preservativos y quizás ello tiene origen en el pedido de la acusada.
La docente universitaria de 33 años se encuentra tras las rejas, luego de haber sido imputada por homicidio culposo agravado por alevosía. Es por eso que su defensor, Néstor Olivera, impugnó la prisión preventiva que dictó la jueza Celia Maldonado y se estima que antes de que finalice la semana se llevará adelante.
El fiscal Adrián Riveros y el fiscal Francisco Pizarro son quienes ejecutan las instrucción del caso que conmociona a la provincia y cuyo móvil sigue siendo un misterio. Es por eso que, tal como le anticiparon a este diario, se realizarán los peritajes a los teléfonos celulares de la víctima y de la imputada para conocer qué tipo de vínculo los unía verdaderamente.
Es que la sospechosa de asesinar a sangre fría y a traición al profesor de Educación Física no sólo aseguró que era inocente, sino que sostuvo que Amarfil se suicidó y aseveró que eran sólo amigos. No obstante, las pruebas en la escena y el testimonio del entorno de la víctima la contradijeron.
La acusada tiene una pareja mujer y una relación estable de hace varios años. Sin embargo, en ningún momento confesó que con el fallecido eran amantes. Por otra parte, los amigos del profesor de gimnasia señalaron que eran "amigos con derecho" y que solían mantener encuentros sexuales. Además detallaron que tenían una relación tóxica.