Detuvieron a José Luis Salinas, el principal sospechoso por el asesinato a golpes del anciano Eduardo Molina (85) en Santa Lucía. Como ya se había adelantado, en la tarde de este lunes habían apresado un supuesto cómplice. Fuentes judiciales informaron esta noche que el presunto autor del crimen fue capturado en la provincia de Mendoza, adonde fugó en colectivo tras enterarse de que lo andaban buscando.
José Salinas fue identificado porque un testigo se presentó en la Justicia, entregó un celular que pertenecería a la víctima y dijo que una persona se lo había vendido. Esta persona dio información y ayudó a individualizar al principal sospechoso. El ahora detenido conocía al anciano, aparentemente trabajó con él o tuvo algún trato comercial, explicaron.
El otro que cayó detenido es Rubén Darío Pereyra, un amigo de Salinas. De todas formas están averiguando si tiene directa vinculación con el asesinato. Por ahora no hay pruebas firmes que lo incriminen. Fuentes del caso señalaron que, en las grabaciones de las cámaras de seguridad que lograron reunir los investigadores, sólo se ve a Salinas a bordo del auto Renault Megane que pertenecía a la víctima.
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La víctima. Este era Eduardo Molina, el anciano asesinado.
A partir de las pistas iniciales, las investigadores también verificaron que se hicieron compras en almacenes de Rivadavia con la tarjeta de débito de Molina y que esa persona sería Salinas. También hay fuertes sospechas contra este sujeto porque, en una charla entre amigos, habría dicho: “He tenido problemas con un viejo”.
La hipótesis
El móvil del crimen fue el robo. Se estima que el asesinato ocurrió el sábado, cuando el anciano de 85 años estaba solo en la vivienda. De hecho vestía calzoncillo y remera al momento del ataque. Todo indica que barretearon la puerta de su departamento, ubicado en un predio del km 7 de la ruta 20, y el anciano se levantó de la cama para ver qué pasaba.
Cuando descubrió que había entrado un ladrón, salió de su habitación para enfrentarlo. Antes trabó la puerta de su dormitorio y tiró la llave con el propósito de que el o los atacantes no entraran a ese sector de la casa. Es que allí tenía una caja fuerte, explicaron.
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El lugar. Los policías y peritos entrando al predio donde ocurrió el asesinato.
Se supone que ahí, el o los ladrones atacaron a golpes al anciano en un pasillo que lleva a la cocina. Aunque no se conoció el resultado de la autopsia, las primeras versiones indicaban que, aparentemente, le dieron trompadas en el rostro y la cabeza, y quizás le pegaron hasta con una barreta. Una vez que lo dejaron agonizando, le habrían sustraído los 130 mil pesos que había cobrado días antes, su celular y su billetera, además de su Renault Megane.
Este lunes al mediodía, Daniel Molina llegó al departamento de su padre y lo encontró muerto, boca abajo y con la cabeza llena de sangre. Había desorden en el departamento y el auto ya no estaba. A partir de ese momento, los fiscales Iván Grassi y Adrián Riveros y el equipo de la UFI Delitos Especiales junto con la Policía empezaron a investigar el crimen y al rato surgieron la pista contra Salinas. Una testigo afirmó que lo vio llegar al taller de Molina, eso lo puso en la mira desde el principio.
Cuando reunieron pruebas suficientes contra Salinas, el juez de garantías Alberto Caballero libró la orden de captura. La versión es que vive en Rivadavia y que allanaron su casa en horas de la tarde de este lunes. Sin embargo, ya no estaba. Más tarde determinaron que había viajado a Mendoza vía colectivo de larga distancia. Fue así que enviaron un exhorto a la Policía de la vecina provincia y lograron apresarlo.